Faltaron las cucharas o
sobraron las bocas.
Algo cierra mal en
este Álgebra Planeta,
y eso
también es
Escritura.
Triunfante,
como si hubiera
vencido
a la misma muerte,
vuelvo con estos
Versos
delgados
resistentes.
Pende el Universo de
tales férreas
liviandades.
Hemos elegido al
verdugo para
defender al gallo
de la madrugada.
El verdugo es
hábil.
Réquiem in Pace
para el
gallo.
-Guárdame la sed,
suplicó la vid.
Las trampas de
estas
preciadas libertades.
Hablar también
engrilla.
Denunciar el Poema,
desnudar su vacío,
exponerlo,
esponerme.
Si el espacio se
convexa
y convexa aún más
mi cóncavo
sexo,
yo lo dejo.
Así suceden los
amaneceres.
Tan frágil como el
hierro.
-No me toques,
quemo con mi
lava.