28 noviembre, 2012


Mar que me residua, pampa-barro
su leche,
una luz la hunde y hace lenguaje.

Ella existe entre dos Poemas,
saca río del agua, calla en vendaval.
Esa boca de memoria escucha
en papel piedra.

No disculpo al adiós sus dedos
de soga.

A Vicente.

Un pespunte caliza que luego
hierba, que luego pico, que luego
branquias, que luego alas.
Hoy, con tanto y la palabra,
arde en su péndulo sin grillos.

Hierba sin suelo
está
donde se ausenta.

16 noviembre, 2012


Le tiro mis fragmentos,
causas que  tiemblan
deshilachadas.

12 noviembre, 2012


Era una acotación del texto,
un margen de bordes,
un silencio,
pero allí moraban las palomas.

En el tiempo de los pájaros
guarda los reversos.

Sobre la piel de la piel,
una canción muda.

08 noviembre, 2012


Bebe de su madera, añora
las mañanas de leche.

Canta al borde de su navaja y afila
su letra en el metal de esa melodía.

La arruga del aquí,
bolsillo de otros presentes
y sus abismos.
-No habla, tu esperma no habla,
lo decimos juntos.

Se lee en las cuentas del espejo
de lado a lado
en toda su travesía.

04 noviembre, 2012


Destemplada Letra, no come de mi
orgullo ni bebe de mi sombra.

El Poema enciende los cuatro
puntos cardinales y tiembla
frente a su Poeta.
A veces, esas tristezas
hacen culto de tales barcas,
de tales derivas.

Heridas de papel están las únicas palabras,
las que no existen.

Ató el alma a ese embarcadero,
madera sobre río que no apaga.

01 noviembre, 2012


Hay una jaula en el pájaro
un árbol  estaciona las mañanas,
lleva escrito todo el futuro, ayer.

Una huella sostenía su sombra, 
la flor que lo despide,
esa hoja.
Unas manos desnudas golpean
puertas sin nudillos
y alguien dice, -fue ayer.

En la piedra, el silencio es un tallo.

Llueven gaviotas de madrugadas
y un viento preso empuja
la mano que me escribe.

Roto el lenguaje en sus espejos vuelve
el grito primal, el agujero de la
lengua en un cordón de placenta.