Las Palabras, a veces miopes

a veces lucha, 

en siglos,

en sigilos.

Me he perdido en la noche

entre tu sed y tu sed,

clandestina

rendida.

Un planeta sin mar

un sino en el anverso

de alguna sombra.

Nacen solos, cantan ausencia

mueren sin Dios.

La portera del instante hace arcilla con su kairós,
Se vuelve alabanza. Alguien le recuerda que
nada es razón, que el amo es un corazón

que aparta velos sin ver.

Crucemos, del otro lado
un lirio espera.

Una casa como una ciudad

sin llave.

Estaban las heridas

las cargamos

les pusimos arena y viento

las inmaculamos con luna

y esas rocas se hicieron

arcoiris.

Salta de la Lengua al Poema.

Caber en los relojes como un hueco

en otro.

cargar el imposible temporal

encerrado el imposible y

su miedo.

Vivimos a pasos de nuestro propio

nombre.

Hubo esmero y grito excavado

Nacía de una foto y esas

décadas

En el hueco le leyeron la primera

repulsión

Hubo esmero y grito excavado

Una pala, una familia, un eco

de nadie,

si hubo voz quedó el penar sin

un Poema

Hubo esmero y grito excavado.

Hundidos hasta leerse los nombres

hasta sacar estrellas de ese barro.

Allí donde la vida cierre, la Poesía abrirá.

Tanto regocijo, fuiste una nota. una carta

que despega, el pan que ignora la boca.

Queda lo que no existe, lo que no existió

Un aún y su manera de no ser.

Hoy toca la marcha del frío, habrá

que vencer la piel y encender

el leve corazón del viento.

Después de los relojes,

la Palabra

para redimir el tiempo y devorar

tanta luna descosida.

Y debajo del debajo, los objetos

solos

islas sin marinero.