Textos desde 2007 a la actualidad.

Brevedades. Que los Trazos sean flechas
como las que arroja el Inconsciente cuando
nos deja arrojados.
..........

Y el infinito Trazo se sigue escribiendo.
Escrituras sin publicar.

29 diciembre, 2019


Plantaban girasoles en el condado de la soledad.
Ella decía: -convertime en Palabras
y callame este sol que se repite.

La Poesía nos escribe, pero afrontémoslo
No somos tan inocentes.

Todo fue escarcha hasta que
el miedo se pudrió por los costados
Una a una cayeron las noches de
interrogar le nada,
y el azogue
Entonces otro rostro
otro polvo de Dios,
y de puntillas legaron las certezas.
Quedará hablar en grande
y susurrar sin nostalgias.

Una tarde en la memoria
de una tarde,
la mazmorra y un perro sufrido
alumbran los andrajos.
Una vigilia arde, husmea la vida
que se arropa en los pies
del rastro,
la extraña cárcel de la luz
muestra su cuchillo.

Una mujer camina desnuda
por su patio
Ella es su propia tierra, su
montón de Palabras
Viene de un esbozo habitable
de sí misma,
de su mapa ilusorio
Arde,
y jamás será ceniza.

Las palabras ya no son palabras,
son un bosque desarmado
entre escombros,
una voz que voltea vacíos,
el espacio que no dice,
y en todas cabemos.

La hoja no cortará la siembra,
en lo perdido llevamos la piedra
el pie izquierdo
la lágrima oculta de una taza,
de un calendario.
El sacrificio en el umbral.

En el sigilo y el silencio de
quien observa si la gota
de agua elegida es
.esa gota.

Hemos hecho un remolino de estiércol
un semblante de esperas. No se toleran sueños,
sólo migajas sin siembra, anclas de adobe,
cuando las piedra olvidan.
amontonadas las rodillas entre las piedras
Alguien escarba en su propio cielo.

Un atado de rosas, un farol
sin puente,
la pequeña vida escrita
entre los brazos.

Escarbemos en el barro de los muros,
quedemos entreabiertos.

Soy el jardín de tu puerta,
la hora sin razón,
el viento de tu gesto,
/adentro/, en la maleza, renuevo
tus escombros, ahora palomas,
de mi mano extranjera
que te retorna.

Quería romper Palabritas
una por una,
triza por triza
Quería llegar al infinito,
a la Letra fundamental.

Existir en identidad, ser y ser
la otredad,
la sombra sin razón.

25 diciembre, 2019

02 diciembre, 2019


Eugene se escribía, Euyine se
pronunciaba, era un mosaico
de Palabras,
tarareaba en esdrújulas,
vestía desfachatez y bolsillos
de centavos.
era la Letra del asunto,
él y su intemperie.

Húmeda y sembrada
infinitamente ajena
cantaba.
Era la tierra del amor
a la tarde,
del sol
de la barca
Aún regalaba algún
silencio
alguna proa
Algún olvido de papel.

La carroña florece entre pájaros
en el nombre fatal
en el sigilo y la herrumbre
en el envés del Arte que lo toma
y lo sangra prematuro,
libre en la mirada de mirar
Entonces sí los pájaros.

El canto de la primera alondra  
el ruido del agua
las manzanas en la mesa
Eran tiempos de olvidar las mangas
náufragas, los días acotados, y
caminar hacia el año enamorado
en el grial de la Letra.

No incendio molinos
no clamo por la Edad Media
la geometría de la Palabra
la descubrí en el viento
y soy su itinerante.

-Mamá está nadando tu voz, las fresas
esperan cerca, una nena en el espejo
recuerda el río, tu dolor olvidado...
Mamá ahora sé que los principios
son sólo una voz.

16 noviembre, 2019



Valdivia es el origen del destierro
y eso amarra, deja los nombres en
el incestos de sus días.
Quién dijo que el origen era Valdivia
y no los restos de esa decepción.

Un catálogo de abrazos en tiempos
de pronto, sin Palabras, en goteo léxico,
enredados en la mala Letra.

Canta la mujer chamana
juega a las Palabras
las transita de una luna
a otra
explora entre el barro
y la espiga,
se hace harina y canta.

Tanto destino de horas, tanto Madrid
sin llave. Alguien  lleva minutos a su hueco
tartamudo. Otro consuela la lluvia y
se consuela. Ninguno sabe de la calle
de las hojas y los pronombres.

Un fractal
la millonésima parte de sí mismo
su precipicio.

Hasta recién sonaba su lírica de
posguerra,
el balbuceo esencial.

Soy las manos en la lluvia
un viento que sopla, nacida
alma y borde,
una ventana exiliada,
la pequeña flor que gira entre
sus pétalos,
soy quien guarda la noche
en la Palabra.

hiere esa esquina y te deja barro
razón vuelta silencio.

15 noviembre, 2019


Con tanto desamor en las costuras y lunas
entregadas, con tantos patios en los ojos del vino.
La primera tierra, una panera y las migas
con olor a amanecer.

Ha guardado su nombre
y estaba
sobre la herida,
sobre la punta de su sombra
sobre la sombra,
sobre la punta de su sombra,
sobre su herida.

Diría la palabra membresía, la vida es más
que una uva, son las costumbres
la próxima estación
el -tú has sido.

Hemos dado luz a las sudadas sombras.
Como la araña nos tejimos en el idioma,
y a esa luz, calladamente, la tejimos.
En esta Ciudad que no se calma, en todas
las Ciudades, sobre la furia y los escombros,
hasta que un pájaro se paró sobre la herida.

Mete a Dios en el Palacio y hunde
la madera.
Hay un cristo, millones, ejecutados
por una cruz.

El refugio de la oruga
cien años de mariposa
en un caparazón
en una espera.

Los he visto desnudando calles, los he visto
de metal y espanto, los he visto
-paren, apunten... tu ley, mi ley, ninguna ley,
los he visto doblando sombras en la otra parte
del cuerpo de alguien,
clavando un vaso sobre la Palabra.
/En el hilo de una teja nace una rosa/
/Eso espera/

Descubrí extrañas cortesías y no dije Varsovia,
dije gabardina y Poesía. Entonces descubrí
el después, salirse de la copa, pecar en
el extremo, y seguir escribiendo.

03 octubre, 2019


El número es un acto, la Palabra de atrás
el fondo de agua muda. Todo lo que es,
es otra cosa.

Continúa mi fragmento, te espero en la pregunta,
abrime en un texto con tu texto infinito,
en la trinchera, en esa parte
de la guerra,
te espero.

Nada es puro Lenguaje, es también
-gastaré tu sombra, -no bastará ese grito,
es ese grito.

Digo viento y se ordenan los papeles y
las Palabras, y la calle sale de sus mosaicos.
Viene la época, cuando digo me quedo en
esta batalla. Mirándome a los ojos, vuelvo.
Ahora llueve y sé que si digo, la luz es.

Rompan la antorcha y
el agua inútil
Hay quien junta sed y hay
quien junta cielo.

Zorzales del Mundo entréguense
a mi puerta.

Quedó en volver sin sombra
que la aloje
vuelta en otra, la misma
que insiste.
La piedra en el estanque le dice
que no hay norte.
A quién se le pregunta
por la boca y los contornos,
y el aire que desborda,
y la última cosecha.
Las gotas saben de la
zozobra de esos
duelos.

Lluvia hereje
nacida
golpe fugaz sin
faro.
Alguien inmola
su luz y
se hace ráfaga.

29 septiembre, 2019


Todo pasa, heroico y definitivo
calma la mía,
dejo echada la sombra, alta
y circular,
todas las cartas son musgo, perros
de invierno.
Los cincuenta días del asombro son
ahora borde, maullidos, veranos
descartados.
Ese nadie común y el deseo metido
en un despacho, una guerra entre
asuntos alusivos. La corona es una
ciudad sin orden de llegada.

27 septiembre, 2019


Atrás, atrás  atrás y
más atrás,
en las entrañas marcadas,
en el lugar del azar
y del amor.

Las Virginias somos así, nos recitamos el nombre como un mantra. Hay algo de sagrado y de profano, de animal sin lumbre y de bestia iluminada en el nombre y el destino. El hilo de las íes, las pulseras de mar en los tobillos, los pequeños lugares, la Letra, el hospedaje del sol, un balanceo entre los cuartos de la luna, su zona oscura.
Tanta vocación adolescente con nada se redime.


Abre, provoca allí, en la textura
en la fuente,
le relata la luz
ahueca el agua,
le narra el costado quieto del amor
y la espera.

Su mundo de sal caía sin llave,
sin lluvia,
caía en sus minucias, en la cuenta
de hojas,
en sus podríamos.
Un destino de relojes imposibles
y allá los pronombres y
las caricias...
allá.

Todo lo rozado queda perdido mientras
el jardín pare noches
y abrazos.

Desbordar tinta y mirarse las yemas,
no alcanza,
tampoco descalzarse y acudir,
hay un juego de cara al hambre
un mar sin sol que reclama
pájaros sin días derramados.

El farol de la calle herida
necesita tempestades y raíces
Así están los pájaros.

22 septiembre, 2019


En esta tierra demasiado,
hay un libro  que se escribe
y se inscribe solo,
en ausencia de sí y de
su escriba.

Un día como un junco,
un día de aguas
un día arrojado a la Palabra.
Somos de barro y arrojados
somos una prisa olvidada en
la pared,
un llamado de Dios en la
ciudad abandonada.

Ella arroja su gesto, tanta
orilla de sombras y algunas nueces,
el cuerpo entre columpios
el eterno límite.
Algo queda de febrero en
esos espejos.
En ninguna Ciudad me llamaré Lucía
aunque lleve mis puños traducidos
y este mapa sin dientes
ni gramática.
Tengo un fresco de Palabras, centellean,
en bastardillas las recito.
No soy llave, ni hoja, no soy leve,
soy el tono menor, el acto mágico,
la oscuridad y la belleza
Soy el hilo de Ariadna y también
el laberinto,
Unto de higos mis dedos, mis puños
y mi lengua
cada día
cada atardecer sin luna
 


En ninguna Ciudad me llamaré Lucía.

La Palabra se mira, trata de nombrarse
y es roca,
hace su ausencia en ese continente.

La Letra juega en el barro y la carencia,
no es costura de almas bellas
quien  busca esa salvación, se condena.

Algo se escribe entre la traición
y el sosiego cuando llega
noviembre.

Talla el rincón de oro para guardar
ese alfabeto.
las Palabras harán su oro negro,
su poniente.

La primera traición fue
la sombra
y una lengua traducida
de sí.

Las manos como juguete de un breve viaje,
la rara magia y el ángel sin sol
en el Poema desnudo.

Se encendió en la hora oscura
En el pasillo de su propia
sombra.

Cada quien en su onomatopeya lírica,
escribir en la herida y que
suceda.

No habrá olvido ni malos pasos,
habrá prudencia y dirás,
-he curado los males del Mundo.

Entre demonios del instante, ínfimos vientos,
no hay salida sin brújula, y no hay brújula.
Es el hecho azul de la Palabra.

09 septiembre, 2019


Hay que organizar los pájaros, enviarlos
sin revisar ni firmarlos,
decir que lo que acabamos de decir se
gastará en posesiones ajenas.
La vida surge dispersa y reposante donde
esos pájaros vuelan sin firma.

Vean esa raíz sin jaula
vuelve de su espacio, en el viaje
ha decidido no ser otoño.

Me encadeno a la Página hasta que
la nostalgia deje de ser otoño y una cabalgata
de estrellas vuelva a mi borde.

29 agosto, 2019


Extraña fruta despertar entre Almendros
nadar en el origen y volver
a la latitud del Lenguaje.

No hay Semántica en los pedazos, en el barro que
pesa, en el polvo que acude.
La necedad del Planeta proclama que el hijo del pedazo
reine en la otra mitad.
Alguien lleva algún bocado a unos ojos sin dientes
y ya no quedan palabras para decirlo.

22 agosto, 2019


Nace dividido entre el mar y la nada
su belleza genital de hierba
su colmo de causas.

Se escribe sobre las cenizas y sobre
el vino de las aves.

Entre papeles, la tarde suicida las
últimas Palabras y es Poema.

Era hija del arroz, de a ratos, encogía
respuestas sobre los hombros
Y esa tristeza infantil, y ese Dios de colores
retenido entre dos tiempos.

La pena se parece al olvido
mira sus volcanes de nada
su fondo fugaz
su nuevo fondo
el pasaje que deja inmutable
la sombra
Identica
Sola
Detenida.

Con su hechizo de agua bendice el barro
y grita, -fuera los ajotriste y las penas.

Hasta el jardín es un abismo la noche
de los panes.

Plantó su árbol y crecieron pequeños puertos
y las sombras emigraron en extraños recorridos.
No eran tiempos de errancias.


Esta nieve de mar cayendo en
sus cuentas de sal
Como hojas
Como pronombres...

En su primera Escritura, un cardenal,
El silencio descansa,
la paradoja al borde de una rosa
y el poderoso afuera se arrodilla.

Dónde está el sueño para dormirlo
en una piedra y hacerlo viento,
dónde se acurruca el frío que viene
a herir sobre la herida.

Ella  pisa las uvas como una
puntada verde sobre el río
Descalza, su canción de fuego
Hace miel de una piedra.

10 julio, 2019


Sólo quedan plásticos cayendo,
algunos gritos doblados en su sombra,
una onomatopeya,
un par de faroles rotos,
unos pasos en el pecho de alguien,

Se han llevado las carnes y los besos,
llevá estas lágrimas a tu mar
a ese río de pìedras, a los pedazos que
corren por ese pañuelo, a los retazos
de ese jilguero malo. Caeme de su jaula
y que su boca se llene de ese río.

Naufragar en cal, entre las anchas
dulzuras perdidas.
Asombrados.
Secando alaridos
El oleaje en un pozo es la forma
del pavor.
No hay vientos dóciles afuera,
la avaricia dejó sólo un rastro
olvidado del Mundo.

Esa pena tan fácil y tan noble
como una gota que quita y da silencio,
esas manos de mar que oyen al sol,
que devoran la miel
y ponen furia dulce entre la palmas.

Qué cuerpo es ese que cae sobre la luna
sobre una boca
sobre una mujer.

Salvo la mariposa, la vida es arte,
es amar al revés entre papeles de aire
y verte en el hambre del Mundo
sin llorar este cielo.

Ser la muchacha aquella que hacía rechinar los espejos,
brillante en tiempos de bocas y de ojos.
El tragaluz de la historia moliendo dulzuras, Ave realidad.
Hoy un silogismo hinchado se estancó en todas las veces
de cada día, golpe sin hilo, llanto de metal.
La muchacha que escuchaba el agua vuelve a esos torrentes,
se vuelve,  y desnuda sus vientos mientras ve desfilar
el horror que también vuelve.

No serás niño
nunca te tocarán millones
no serás la muerte de un lugar
ni la cosa leve
En la puerta del padre nacerás
con el Mundo
apenas.

Va vestida con algunos siglos, quiere
ser hilandera. la larga gloria de la carne
en el Poema colocado.

Nada en arena cuando los pájaros,
cuando la ciudad emigra y ella
pone su mar.

03 julio, 2019


Toda la calle muere mientras declinan
las últimas rosas. Herido, sin testigos
ni ley. Nacido dónde. La noche más fría
es la lírica de un gato acorralado.

02 julio, 2019


El cuchillo en la almohada y la Palabra
cayendo sobre nosotros
Quién habla de Barcelona, o del frío,
o del vaso de la memoria?
Tocar la puerta errante con el dolor
del Lenguaje y que se haga la magia.

27 junio, 2019


Aturden  los huecos del Mundo,
la sal en las minucias
la sílaba en el número
en la Palabra, una boca, y las
horas consolando a los relojes.