Textos desde 2007 a la actualidad.

Brevedades. Que los Trazos sean flechas
como las que arroja el Inconsciente cuando
nos deja arrojados.
..........

Y el infinito Trazo se sigue escribiendo.
Escrituras sin publicar.

27 febrero, 2019


Del lado relativo de la lluvia,
comprendiendo las horas
y sus minucias.
Si pudiéramos el Mundo, sería
la llave.
Y somos perros de los días entre
huecos tartamudas
que nos hablan desde el asfalto.

Ha pisado el fondo de su torso,
es insistente,
no eran heridas, era sólo una
rosa extraviada.

Ellos me quieren acá, del lado
de la Palabra, lejos de las trincheras, pero
la lengua es una guerra entre costados.
No hay sumisión en la Letra.


Les daremos los cuchillos,
la cuenta de cada corazón, y el miedo
que llevan las aguas.
Les daremos el infierno reverso y las
habladurías, los golpes debajo de las
raíces, y la cosecha de su siembra para
que desincrusten cada espina de los buenos
árboles. Y en señal de esta guerra para
siempre, les daremos la Historia
que no fue, hasta que lo único despojado
sea la mirada de los tiranos.

El Alma como un atlas, desplegada de Amor
y desamor. Hasta el Universo que vive
de su sombra, se detenía a mirar.

Desnudaba el hambre a la
hora de la sombra, era
un puñal herido.

14 febrero, 2019


Hay tantas manzanas, tantas Evas haciendo
su habitación o su dolor, sabiendo que han nacido
debajo de esos siglos.

Cincuenta soles prometidos para
una  gran espera, para ser esa Lengua
detrás del mismo abecedario.

A esa mujer la devoró un vacío.
La llamaban Mariyn.

Algunas vocales en la lluvia, la vereda de mar
a la hora de la siesta. Yo te leía aquel Poema,
vos me amabas. No debía la ferocidad romperle
paredes a la vida. Hoy el recuerdo me desviste
con un libro de Cortázar en las manos como
en aquel febrero de mar, "Salvo el Crepúsculo".

El hábito y la historia en la pared, donde apilamos
los umbrales, quienes nosotras,
las pecadoras.     

Un polvo entre lámparas pobres, un rayo cultivado 
en otro orden. Debajo, las manos, la magia de los
nombres, el éxtasis con ese olor a lo perdido.

05 febrero, 2019


A la hora del fuego y de las manos
alguien se llevó la traducción.

Éramos un algoritmo, una taza
de café, la Escritura anterior.
De cacería, buscando el nombre, éramos.

Otro pedazo regresa, la lección
aprendida, y el amor
de después.
Otro corazón llega, ciega y
pone luz en
la miseria.
Otro apellido que define tu suelo y
la tierra que pisás, pero
falta la mar.

Hijos del abrazo y de la sombra secaron
el vino sobre esa lágrima,
descalzos.