Quién jurará no tener una Iglesias clavada
en el fondo del fondo.
Quién gritará sus pájaros diciendo que
no hay pájaros.
Las llamas congeladas,
la avidez de la caída
el humo vertido sobre el abismo
las piedras solas pegando
contra las sombras,
las aguas madres vertidas sobre
tigres de papel,
los labios como torres
las entrañas verdes.
Nada conmueve
Conmueve tu mirada en la panera
y la panera
y tus manos repartiendo donde
la carne se desnuda.
Cae desde sus labios a la lucha,
Insiste
El agua pacta con la mudez
y el combate no cede
Llévame, - decía la demora,
la sustancia sin ojos,
la tierra que no engendra
Percibe a los guerreros,
hay bodas de aceite,
no hay almas, hay materia impalpable
y eléctrica
Gana la densidad, el contra-tacto,
y la profundidad se detiene
Impasible.