A quién das ese puerto vencido de Palabras ahora que el infierno se cruza de silencios. Te ofrezco mi peca, mi pecado, pecar sin honra por tus silencios cruzados. Otra vez soy Magdalena.
Juno arde sombras, estiércol de sauces, llantos secos, se hace junio, hambrienta se traga las íes. Cómo hará para soltar su noviembre.
Por qué me doblego de cárceles y grillos, los pies en la losa, las manos rozando la frente que apedreó satélites. Tan puesta, extensa, sometida. A qué. A quién.
Vi la luna estallar añicos, la vi caer bote, deriva azul en tu voz ronca. Volveme lluvia , soy tu colina secreta. Volveme luna sobre vos.
La furia, la cuchara intrusa hundida chocolate, mi jarra hundida de tu madera, otra vez, tan dulce, derretida, tan mi silencio.
12 junio, 2009
A quién le vas a dar, sabueso de mis días, tanto Estambre y Pistilo, tanta inocencia mía vuelta pájaro. A quién ponés tus flores del olvido. A quién, tramposo decadente endecasílabo, ahora que soy mi Verso y mi Poema y mi Silencio. Ahora que soy mi Poesía.
No te asomes a Dios, ni toques el borde del Planeta que derrota esferas en giros infinitos. Tejé tus Palabrejas, las más antiguas, y escupilas al cielo. Si una Enana Blanca estallara Soles, si nada quedara, alguna antigua Palabreja tuya iría en derrotero.
Ponerme esta hechura de pies fríos al abrigo del tiempo, aquí, en el revés de tanto día desatado, de tanto silencio esquivo. Ponerme esta brisa de ayer a mojar ventanas de mañana, y que se abran.
-Señores, a sacarse la medida de tanta desmedida. Hoy la cáscara es nuez, y la nuez se esconde. El guiso de cacharros huele a polen pasado de vientos. Rompan los frascos, las ocasiones falsas. Duerman la siesta de la buena espera en una almohada sin dientes, y si despiertan, no hundan el Planeta.
Corrió el dichoso, y era el Pueblo, la Estación y el yuyito del banco que esperaba, yuyito verde, media de lana, ovillo destejido, maneras absurdas de la espera. Guante que tapa el frío de hoy, y se descubre invierno en la mañana.
05 junio, 2009
Esa forma de inmortalidad tuvo su Romeo, y fue Julieta.
Y era Gazpacho esa sopa terruna y penitente, era del pozo del hambre vuelto amor. Quien corta la escasez en paneras vacías, corta rodajas de Universo.
Hacete suave a la hora de las horas, volveme trigo, azúcar. Todo junco de mi río, en mi costa, como barro suave, haceme, a la hora de la siesta.
Ella paría flores de otoño en primavera. Al lado de su Mundo, él confundía estaciones y la esperaba octubre.
Miro su rostro de mapa transitado, deshuesadero de alondras agitado de infancia. La esperanza mudada de sus ocho, tan mudada, tan enmudecida.
02 junio, 2009
Adónde va, cortando sus ajitos, sus cebollas de nada. -Revolvé las candelas, las dulces notas suaves de tu siesta.
Aquí al lado, el Universo nace y muere estrellas. Mientras todos buscamos el hueso Sapiens la verdad viaja, hierro y polvo, para hacernos carne hablante.
Sopita, sopita de Marruecos, dedales, cabellos, moños, letras. Qué plato guarda sabores y saberes. Qué pedrada se llevó las frentes amadas. Y a cuáles balcones.
Escupime la ausencia aquí mismo, la sal no inventa sus estatuas.
Lo vi a Pedro Carro Despeñadero de Alma, vende sueños con espumaderas, corchos sin botella. Vende y vende. Vende hasta su miseria.