No existe el abril del día perfecto, la rama del costado, tanto abrazo de espaldas a la luna, esa oblicua tangente voluntad de hacerse mayo, y quedar hoja.
29 agosto, 2009
La noche huele a fueguitos turbios, a banda de azahares, huele a rincones. La vida hostiga, no pecar, qué gran pecado.
Salieri busca su voz y le duelen violines de sombra. Ruedan palabras como puños secos. Un puñado de puños jamás será Poema, jamás Amor.
11 agosto, 2009
En qué arroces incrusto la piedad.
Lanzó un captura-mariposas, por un día el olvido fue color.
Por qué encender la copa y mirarse a la sombra de las luces si hoy es noche de escamas.
Azul botija un pedro, huella cordones, custodia alcantarillas.
Cuidamos las sombras, hacemos días en ollas usadas, confiamos en cada mañana, en el guiso del pan de la panera. Somos más que el mantel y menos que nuestra esperanza.
10 agosto, 2009
Amarrado al clavo de olor, a la leche de arroz, herido de canela y menta, labriego encadenado, tan Minotauro sucumbido infancia.
Aquí desagotan las tristezas, los corchos, las miserias, las tardes sin amor. Un perro aúlla noches de seda desde una costura de la luna, y yo le digo lobo.
Esa sombra que compraste espejo y duerme tus noches, afila con un corcho cada cuchillo hasta que la cuerda sea sólo ausencia.
Y si soy una pisada tuya. Si soy sólo la huella de tu arena.
Combá la cuerda, recorrela ríspida, hasta que este Blues se haga templo.
Un fósforo lo enciende vino, arde luz, ebrio y sensual regresa de su largo destierro. Yo me Olimpo en sutil engaño y que Apolo me diga –llegó el Poema, y yo me engañe.
01 agosto, 2009
Quién te escupió huecos donde los pájaros hacían nidos, peñón de ausencia.
El fuego de la sombra quema pájaros, Palabras replegadas sobre una cicatriz.
Ahí donde no hay nada, todo lo consume, voraz como el asombro calla hasta que las grietas den su última sal.
Barro, Tinaja, Barca Morena soy, entre mis mares tengo un lienzo de seda y un puñado de arenas.