29 agosto, 2009

La noche huele a fueguitos turbios,
a banda de azahares, huele a rincones.
La vida hostiga,
no pecar, qué gran pecado.

3 comentarios:

  1. hostiga
    y hay que pecar
    pecarla...
    Virginia, qué bueno reencontrarte!!!
    Abrazo grande, Morocha!

    ResponderBorrar
  2. Hola Virginia!!

    Qué gran virtud la tuya, digo, para pecar con esos trazos, así, hostigando la vida.

    Qué bueno tenerte traceando otra vez.

    Besos.

    ResponderBorrar
  3. Queridas Bibi y Mónica, salvando los silencios tecnológicos, insalvables ellos, hasta que el dios ciber los puede redomar, luego, los tiempos de lectura, de distancia para la búsqueda, del hueco abismo necesario, todo todo todo es también Escritura.

    Y a mí me gusta tanto este afecto de ustedes, afecto de antena de alto alcance, aquí, cerquita. Gracias.

    Bibi, gracias por ese "morocha" que soy de puro avanti, y me pescaste.

    A las dos las tengo que visitar de Lares.
    Angelino me anduvo mandando una taconeada Poética por mail que me dejó en silencios conjugados.
    Y con vos Bibi, me tengo que mandar un viaje bautismal a tu Pruneado. Y de ahí no vuelvo nunca indenme.

    Besos a las dos.

    ResponderBorrar