14 febrero, 2019


Algunas vocales en la lluvia, la vereda de mar
a la hora de la siesta. Yo te leía aquel Poema,
vos me amabas. No debía la ferocidad romperle
paredes a la vida. Hoy el recuerdo me desviste
con un libro de Cortázar en las manos como
en aquel febrero de mar, "Salvo el Crepúsculo".

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