08 febrero, 2024

La liviandad toca su puerta

no es amor ni desdén,

pasa leve

se consume de alas

Cada cosa en cada reino

y su anverso

Empañados los espejos

liberadas las sombras iniciales

queda descarnarse

en ese ausente sin arraigo,

La altura es la carne moliendo

su destino irremediable.

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