29 junio, 2024

El niño de pan

un cosmos implacable

un cerrojo,

la jura de los Dioses en

horas de ternura olvidada

No habla esa vereda

No habla el diente voraz

Él calla y mira, aprieta

los puños.

Para otros son los abrazos.

El signo es la cornisa diaria

ese borde sin pecho.

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