Textos desde 2007 a la actualidad.

Brevedades. Que los Trazos sean flechas
como las que arroja el Inconsciente cuando
nos deja arrojados.
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Y el infinito Trazo se sigue escribiendo.
Escrituras sin publicar.

03 agosto, 2024

A los Pasajeros del Trazo.

Querida Gente, un aviso:
este Blog carga con lentitud, si eso les ocurre y les parece que se les cuelga, esperen, denle una oportunidad a esos tiempos, si lo desean, y así podremos concretar el encuentro.
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Me gusta darle una oportunidad a la espera, ese trozo de silencio que siempre habita la Palabra, la creo también una manera de la Escritura.
Si se diera alguna demora será siempre, y entonces, una manera de mi Trazo en esa  otra Escritura. 

Muchas gracias a los Pasajeros del Trazo, a los declarados y a los silenciosos.
Agradezco amorosamente a todos los Pasajeros que sostienen con tanta lealtad su permanencia, soportando mis demoras y hurgando entre Los Trazos para recrear la Letra más allá de la Escritura reciente.

Que ruede la Letra, y que sea posible en su imposible.
Y por supuesto, siguen invitados siempre a vuelta de Pluma.
Mi Abrazo para todos ustedes.
Virginia.
Los Trazos.

Brevedades.

Que Los Trazos sean flechas como las que arroja el Inconsciente cuando
nos deja arrojados.
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Poemas al Trazo. Letras Breves.

Si la Poesía entrada Silencios da dos taconazos y nos deja
en el lugar más centrado de la Existencia,
es tan Poesía.
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Jirones y Brevedades. Bordes y desbordes de la Palabra .
Quien se deje ganar por la flecha del Inconsciente no importa con qué procedimiento lo realice, importa con qué  valentía lo cometa.
Hay Poesía si hay valentía cometida y la voz del ventrílocuo burlando la palabra vacía.
El Poeta se atreve a su ventrílocuo a su pesar, a contra-canon.
Des-trazar, descerrajar la Palabra para entregarla en jirones; desbordes en equilibrio Lírico, epopeya incorrecta, como todo lo Bello.
Entonces tan Bello, tan Poesía, si lo logramos.

Ese Universo se queda con

la fragilidad

con las bocas de metal sin

párpados,

todo reunido al fuego de

ese fuego.

Recogidas la manzana y

el honor, queda

un ángel destinado

una diadema

una rosa.

Con esta Palabra le ladro

a otra cosa,

al dolor que deja el

musgo

Llegan pobladas las formas

cansadas de tu

ausencia.

Ajusticio la Sintaxis si no hay

Arte, y te busco detrás,

a vos que me hablás entre

puntos suspensivos y dulzuras

errantes.

No hay fonética ni ritmo

no hay astucias

no hay cómo ajusticiar

una violeta.

29 julio, 2024

La Poesía no es España, no es el levante

ni el panal maldito,

es la luna media y sus

batallas

son los ojos clavados en la tormenta

que no llega,

es Praga y alguna primavera mirándose

en las hojas

Es todo lo que no es y las manos que

te esperan

Tanto navegante

tanto sur cayendo sobre una sola hoja,

los pechos rozando la lluvia

la primera distancia.

Quién te alumbró en el costado cruel

quién en tus sombras.

19 julio, 2024

Legado.

 

Si me perdiera, algún día,

buscame,

estaré allí, entre mi piel y

mis pájaros,

siempre me empujará la

Palabra,

ese viento entre las piedras,

búscalo,

no me va a deshabitar el Poeta

que me escribe desde Timur,

tampoco los Octavios.

No te olvides de las cúpulas,

de las alturas,

de tantas madrugadas

Que no se queme el laurel

sin una oración al Verbo.

Aquí, golpeando la luz,

-te espero

con las manos a la

intemperie.

La devoción

la belleza

dónde.

Otros vacíos estrenan

sus vacíos/

la olla no se comparte a

distancia

-Patria de metal y

puñales deja

esta gota de mar

al menos.

Espero del lado del vino y

del leño

El fuego crepita

El vestido como un corazón

arrancado duerme bajo

algunas Letras.

Hay jinetes y viento,

hago silencio.

Soy esa violeta

inconfesa.

Esa necesidad de ponerse

más puestas las

Palabras

y a la vez de sacarlas

de su lugar correcto

incorrecto

La urgencia de desfondar

lo puesto

hasta que hable el

imposible

y nos diga en qué lugar

el Mundo se coloca cuando

no lo miramos.

Debajo de esa arruga que

alguien volvió turbulenta

y hostil

Sí, debajo, en la piel

de la piel,

ahí donde el jazmín se

despide para ser

diamante en las

profundidades,

ahí donde te miro desde todos

tus soles y tus

sombras.

02 julio, 2024

El amor, ese poderío injusto,

ese que nace hundido en tu cintura

hondo y soberbio.

No se disipa

es una fruta,

el pan de la codicia.

Morir de sol, -rezaba,

que la vida sea una

orilla en acto,

una eternidad,

el hilo incasable que se

teje y desteje, Infinitamente

esa Penélope.

Sin puertos

con amor en disputa,

un fusil,

verdugos y una corona

de acero

Llega a vengarse del laurel,

y deshojarlo

Dónde quedaron el canto

las manos encimadas…

Nada la deslumbra y Praga

la mira.

Quiere darle su cintura, ese puerto

más allá, esa luna sigilosa que

la esculpe y devora.

Esa luna llena de París

no era París, eras vos,

el grado cero del amor, el origen

de todos los orígenes.

Bebí tan hondo de tu viento que

puesto en mí ya es universo.

No importa esa línea quemada,-Amor,

rotos los caminos acá me quedan

todos los pájaros

la Letra

esos Poetas.

01 julio, 2024

Soltarse en una tardecita de Dios

lo perdido visita por un rato

otros continentes

Hay fugacidad y constancia,

un Paraíso al pormenor nos roza

Hubo días

Habrá días

Todo sucede y se sucede sin pausa,

ligero

manso

Le doy de beber del

cuenco de mis manos con el

prodigio de Eva

hoy

siempre.

En ese balazo oculto

no hay valientes

ni frutos que confundan,

hay un camino hacia

la mala lágrima,

el descuido

y esa ventriloquía que muerde

el falso carozo para ocultar

las mesas vacías después

de aquel hachazo.

Están ahí, en el centro

del miedo

el hambre los espera dentro,

una semilla de hierro se hunde

en ese ayuno.

Matar del corazón a la paz,

demoler nucas y siglos,

ellos saben cómo

Temprano o tarde, animales

sin semillas azotan

páginas

y Almas

Yo te espero a la vuelta

en la esquina de la paloma

y una manzana entre

las manos.

El Poema licuaba gota a gota

con cierta cobardía y tanta pudicia

En un respiro módico

sin comprender, nacía,

en el sigilo del sinsentido

gritaba -a qué vengo, Señor,

tan confundido

tan reverso.

Dame las manos del origen

la tierra mirando el mar,

tus costuras,

el disparo rabioso que

no llega,

las habitaciones vacías

lo atroz,

esos corredores temidos,

y el puñal clavado y escondido

en aquel diente de leche

de la infancia.

29 junio, 2024

Eva fue dicha, luego

los milenios

esa desobediencia fundó

cada amanecer

Paraísos perdidos,

encontrados

Soltarse y rozar, así los días

del pecado y de la sed.

Ardió como un grano,

entre comillas,

como una gota al sol

En puntillas y entre certezas

regaló ese puñado de

polvo de dios a cada

rincón amarillo

Vivimos del estupor puesto

al costado

por qué no agradecer al

menester del polvo su

tarea de entrega,

por qué no abrir las puertas

que dan a los rincones

a los que no llegan las voces

o los rostros.

Los hijos del verbo

se hunden

echan raíces sin sombra

preguntan a los días

quién sonríe las veintisiete

veces que el solsticio

reclama.

Había quedado bajo el primer

baldecito de esa infancia,

atrapado en el plástico aquel

sobre esas arenas.

Era heredero

era príncipe

No había otra cosa que mar

frente a sus ojos

el tiempo era sólo una ficción

una parte de las horas sin

coronación.

Explicar que el corazón

está arrojado…,-ella lo sabe

y fatiga las aguas hasta

mirarse.

Al fondo de ese fondo late

una luna que cuenta los días

y los años

No hay regresos,

de nada sirve mirar de

reojo los relojes, su amor

pululará para siempre como

un perro sin Alma.

El amor sentado como un palomo

pasan las manos,

pasan las Palabras

pasa un ángel y una sombra

Todos son una nube triste

si no hay quien llegue a

esa cita.

El niño de pan

un cosmos implacable

un cerrojo,

la jura de los Dioses en

horas de ternura olvidada

No habla esa vereda

No habla el diente voraz

Él calla y mira, aprieta

los puños.

Para otros son los abrazos.

El signo es la cornisa diaria

ese borde sin pecho.

Es tarde,

algo salta frente a mí

Preso el río

el deseo puesto

el destino atado a algún instante

y las páginas corriendo

deshojadas.

Octavio me recita entre

las manos.

16 junio, 2024

Ese pan cae sobre

nada,

sobre una hoja que cae

sobre la lumbre.

Era dulce mirarlo

mirarla

mirarte,

como las aguas

como la luz que te dice

todo sería, si tu

fueras.

Llegamos así, con el alma

arrugada, batidos a

duelo con fantasmas,

con la noche sin ojos

Caín vive y tiene

armadura, tiene muertes

de antaño, tiene la muerte

esperando en la punta

de su lanza,

no hay Poesía que lo eleve

ni primavera

ni manos.

Probaría la vieja vida,

esa cuota de eternidad

que sembraste

yéndote

La semilla que funda

cada vez

el viento donde dormía

aquel pájaro

Probaría beber de los ojos

taciturnos,

de la serenidad de aquel

amor, entonces, abriendo

en mi centro el Mundo

de las Palabras,

reanudo el oficio de las

horas, hoy.

En su talón esa piedra que

cae una

y otra vez

No es fruto

no es el siglo rompiendo

su costado,

nadie reclama su

geometría,

esa redondez que evoca

un mundo como esa

piedra que cae

una, otra

otra y

otra

vez.

Era un día de agua, salvo la noche

salvo la sombra

salvo la espera.

El río de polvo se hace oro

rueda  en su amarillo.

Contra la sequía, los dientes

ante el reclamo, los pájaros

Cuántos pedazos, cuánta tierra

Cayendo, como Islas, y nosotros

aquí, buscando el lado inmortal

el costado sin cruz.

Era un blanco roto,

un reloj de alumbrar

vacíos,

un cristal de fuego

era su camino.

Frente a las verdades

él respiraba los pedazos,

la vela encendida

y los astros

La tierra estaba viva,

aún.

10 junio, 2024

Y los que todavía aman?

Adónde van los que

todavía

aman.

El cielo muerde

la breve

cicatriz,

el oficio del aún.

Yo te acaricio, pongo

el mantel,

el viento nos agita

como hojas

Todavía te debo todo

el mar.

A veces soy fiel al horror

que me despierta,

al espeso hachazo.

Quiero viento

quiero verte

quiero el corazón de estar

con vos a pleno,

un día

Jamás una pena,

un nunca

Jamás verte morir desde

la boca, una,

mil veces.

Llegaste,

eras ese río extenso golpeando

sigiloso,

llegaste en simetría a mi

momento de cigarras y

nubes de puñales.

En ese arco,

justo en su mitad, una virgen

de carne hacía cataratas,

los iris sigilosos custodiando

todos los costados.

Llegaste con el nombre

abandonado en algún

sueño

y yo entendí esos extravíos.