LosTrazos.
Dejame en este cristal,
Inmensa
Silenciosa
que resbale la paz como una luna,
Te espero después en esa orilla nuestra
jugando a amarte,
a clavar las uñas cada noche cierta
mientras la tierra escarba su cosecha
entre los perros y los astros.
La lluvia y el instinto se consumen
hacen su ovillo de bocas
y silencios
Hay que mecer la tierra entre las manos
a las cuatro, a las cinco
a las quinientas,
sorprender los sentidos a la hora misma
del acierto
cuando ya no te espero.
Se interrumpe
las manos son las mismas
en el mismo deseo,
reparte el apellido en cajitas de
guardar mariposas
Es el amor que dejó versos entre
las Palabras, pasos en el agua
y alguna raíz herida que pulula
sus verbos entre las sombras.
Con un bozal y una sonrisa azul,
subiendo las Palabras
a la carne,
jugando a escupir el apellido
perfecto.
poniendo Palabras a destajo,
tallándolas, luego, entre
consonantes
amontonando mares en
invierno.