La furiosa lengua va contra
los fuegos y
deslumbra,
no cuenta sus giros,
el oficio es un Arte
sin barroco
sabe de su mar sin
saberlo
nada roca en los muros º
ustedes edifican
ella desnuda
Es la danza fija,
el yo escribo sobre
mi propia
sombra.
En Aman, esa tierra donde
los pasos llegan
luego,
las sombras se alargan
y son ríos,
él bebió su Poema
encomendó al Maestro
sus párpados
se hincó sobre todos
sus amores. y los llamó
Timur.
En ese polvo, en esa
madrugada encontró su
mezquita,
los días de escribir como
un Santo sin flecha
sin combate ni pájaros
Era la hora sabia.