Morir a medias es un bostezo.
Hay que encender antorchas entre las migas, marcar el camino, correr la frase de lugar, que los ojos sean una casa, un óleo que mira y hunde secretos. En esa pausa, busca la boca y la puerta, es tarde, ya es orilla.
Morir a medias es un bostezo.
Hay que encender antorchas entre las migas, marcar el camino, correr la frase de lugar, que los ojos sean una casa, un óleo que mira y hunde secretos. En esa pausa, busca la boca y la puerta, es tarde, ya es orilla.
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