La larga voz no es la noche
ni la ausencia,
es llanura
Viene del norte
del viento,
quiere ser puerto de
barcos callados
Una rosa
una ola
un hijo,
la espiga como madre,
una alucinación
Cantemos,
hagamos un cristal en
que mirarnos,
seamos esa puerta en
la colina,
los ojos de la noche
de cada día.
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