Poemas aún sin publicar superan los 2000.
Ellos hablan sólo por acá, todavía.
08 julio, 2009
-Madre, qué cocinabas cuando cocinabas. En qué caldo cocías los jirones deseados, secreta olla, viento encubierto. Qué tomaba por cuchara. Con qué canela.
Y el lugar de la madre es siempre un lugar terrible, por lo bueno, por lo difícil, por lo imprescindible. No habremos de pedirles perfecciones, conque nos hayan querido como pudieran, y poniendo el mejor empeño, alcanza. Y qué madre no cocinó su propia sopa de deseos para que la tomáramos. Si fuimos inteligentes, armamos nuestros propios guisitos. Y los estamos disfrutando.
2 comentarios:
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(a veces me ayudan los asteriscos, cuando nada puedo decir, y todo lo puedo sentir)
Gracias Bibi, el silencio es siempre elocuente.
Y el lugar de la madre es siempre un lugar terrible, por lo bueno, por lo difícil, por lo imprescindible. No habremos de pedirles perfecciones, conque nos hayan querido como pudieran, y poniendo el mejor empeño, alcanza.
Y qué madre no cocinó su propia sopa de deseos para que la tomáramos. Si fuimos inteligentes, armamos nuestros propios guisitos. Y los estamos disfrutando.
Un tema Universal.
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