Su mundo de sal caía sin
llave,
sin lluvia,
caía en sus minucias, en la cuenta
de hojas,
en sus podríamos.
Un destino de relojes imposibles
y allá los pronombres y
las caricias...
sin lluvia,
caía en sus minucias, en la cuenta
de hojas,
en sus podríamos.
Un destino de relojes imposibles
y allá los pronombres y
las caricias...
allá.
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