En el borde de la noche
puse este instante,
el oficio infernal de
las horas
la construcción de
la cosa
la sucesión de la razón
después de todo.
En esta alma imperfecta
caben Ulises y
sus travesías,
lo que no entra es mirarse
las desdichas y cocer
trigo amargo,
quejarse del rojo
de la pequeña frase
de tu ausencia.
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