Es la espera de fuego y
viento
donde los impíos tienen
sus noches y sus
playas.
El trabajo reside en
la fragilidad,
separar de a siglos
cada día
La crueldad de la
dinastía, ese escudo
en el que fueron
lenguaje,
o fueron sombra y
desierto.
Nada detiene a ese soberano
de su Obra,
de la esencia ancestral
recogida,
de los frutos amargos
de la distancia
del vacío.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario