Declaración de principios.
-No hay redención para el
pecado de pretensión.
Enunciada la mítica creencia
me manifiesto esclava de los
buenos finales
de las luces en el escenario
de la juventud que vence
al tiempo
Quiero estas manos venosas
y fuertes sosteniendo el Mundo
que sostuvieron siempre.
Quiero todos los requiero
y un vale mil,
y un poco más
tal vez.
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