Esa hora de luz, ese pan,
esa panera vacía,
las sombras del estanque.
A qué le llama cielo ese
homúnculo que espera
atardeceres y se pisa las
plantas al siguiente día,
por qué le llama tiempo a
esa sombra de cristal, a esa
grieta que no pesa
ni detiene.
Cuánto sabe de voces
cuánto de horas…
Óiganlo clavando aconteceres.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario