Dejame oírte a la hora de
las persianas
Voy a llevar tu noche si
hace falta, acá, en el
hueco de mi falda
entre la métrica de algún
verbo, las entretelas
y la carne.
No se trata del verso ni del
sucesivo vivir,
cada Mundo es su ventana
y su propio calabozo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario