Esa voz
esas manos como islas
ese corazón –dime que quieres,
los ojos de la sed
el eco interminable clavado
en su garganta
La Obra y la marca,
la evocación del Poema,
todo lo que fue después
y este aquí, y me excuso
por esta obstinación de
permanecer en lo que
evanece.
Todo este aquí es lo que hay.
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