La Poesía no es España, no es el levante
ni el panal maldito,
es la luna media y sus
batallas
son los ojos clavados en la tormenta
que no llega,
es Praga y alguna primavera mirándose
en las hojas
Es todo lo que no es y las manos que
te esperan
Legado.
Si me perdiera, algún día,
buscame,
estaré allí, entre mi piel y
mis pájaros,
siempre me empujará la
Palabra,
ese viento entre las piedras,
búscalo,
no me va a deshabitar el Poeta
que me escribe desde Timur,
tampoco los Octavios.
No te olvides de las cúpulas,
de las alturas,
de tantas madrugadas
Que no se queme el laurel
sin una oración al Verbo.