LosTrazos.
Doblada como el
otoño llega la noche
Nadie lee su calle ni
su número,
es un ramo de sienes
y de muslos.
Nadie mira esa herida
ese gato, ese jardín.
Tanta escritura, tanta
parte de uno que se va
a algunos corazones,
a ninguno,
a hablar con Dios
con el diablo
con otros Poetas
Si hay suerte, para que
Algo resuene en algún
rincón del
Universo.
-Quiten las manos de esa
sombra,
aligeren los días,
menos deudores
más hacienda.
Algunos sembraron asombros
felices ellos.
-Sí Señores, declaro vacilar,
declaro amar, declaro
ser la quintaesencia de
lo falible, llorar, hundirme,
sobrevivir, ser luz desde
la sombra si hace falta.
Declaro declararme a todos
los amores. De elegir, quiero
un destino de Palabras.
He preguntado por tu muslo
por tu vida
por aquel farol nacido
nuestro
por las noches y los torsos
desatados.
Ya nadie te lee las
sombras
ni los bordes pariéndose
En esta evocación, nadie
me escucha.
Alcanza la siembra amorosa,
desordenada,
alcanza la cosecha,
-basta para mí, si hay candor,
alcanza, allí me quedo
levanto la geometría, el canon
de los días, todos, cada vez.