LosTrazos.
Esperaba y no llegó…, errores
de la enseñanza Literaria,
esperar las sombras o las
luces que no son.
Acá, en el medio de todos
los medios, donde los
Dioses desertan, viven las
esperas.
Estamos prestados.
Un plato de piedra, la rabia
rota contra algún vidrio,
-hablame de sombras…
Hoy nació una olla vacía en
el medio de algún patio.
Deténganse los afligidos de
la sed, es un tiempo de
pantanos.
El corazón del Mundo está
en tus manos,
las bocas devoradas
los perros al sol
cada fuerza que duerme y
que despierta,
la tinta en la hoja y esa
peste rezando sus Poemas.
La salvación está en los
pedazos de amor y en esos
tus abrazos.
Las sopas anteriores,
patio
bondad
alondra,
las fotos de los cinco y
de los higos,
el Universo en un tazón,
el Alma de papel, apenas
avenida reciente.
Te doy esa paz frente a
todos los desabrigos,
hoy, que no le quito ni
un error ni una herida.
Hoy, con estas manos
todo siembra.
Crecía contra la furia
y la porfía
pero crecía a cuenta de
ese amor.
Contra la muerte, si, y
toda su tristeza,
a pesar del olvido y
del color,
como un perro encontrando
el primer aroma,
la primera tierra,
todo el sol.
Alguien te sueña
palo
polvo
vacío
y el mar festejando su
ausencia de sal.
La Poesía crujiendo entre
paredes,
sin simetría,
trizando sumas y restas
que no son.
Aquí, en el medio de mí,
cruje esa sombra,
ese vidrio,
y se hace Poema.
El lugar de la Palabra que
fecunda de sí se establece en
todas sus claridades.
Esa zona sola llamada
Profundidad.
El pájaro de los ojos,
alguna herrumbre que resiste
A qué hora le hacemos
la pregunta,
en qué día de los días
ponemos sombras y transparencias
Merecidos los perros
merecidos los niños
merecidas todas las disculpas.
A veces los retornos no tienen
retorno.
Si algo asomara, sólo habría
desierto,
sombras sin pausa.
Las bocas del ayer olvidan
Palabras y silencios,
abandonan sus lunas en
cualquier baldío.
Al calor de la luz se salta
y se muere de a pedazos, también.
Nada detiene las sombras
en pleno día.
Cava en la Palabra sin
machete ni frente
sudorosa,
entre tanto la tarde cae,
una llave es un beso y
dice amor.
Ese pedazo de oscuridad
es prosa y se recita,
una herejía se esconde
detrás de su primera luz.
Mejor dormir bajo
los pájaros, -le susurraba.
Entre las costillas y
la ventana, él, tan silencioso,
con tanta ira de Dios
rugiendo vivo,
terrestre.
Sensatez y dolor, -rezaba el cartel
contra la puerta.
Hondamente fuego, caído de
lunas,
sin hábito de Lenguaje ni
Palabras
Frente a él las manos que
despiden,
y ese silencio.
Dentro suyo vivía una
paloma,
asomaban las alas,
se escondían,
pero ella volaba igual y
se hacía Palabra.