Abro ecos y amores, fugacidades,
cada tarde abro,
cada flor
Voy donde mis yemas van,
desanido poemas
Acá mi voz,
no habrá mutismo que alcance
ningún mediodía
Conmigo viene el hogar de Palabra,
Chamana cruel seré, si hace falta
con una espada cruzada en tinta
y tu mano de siempre.
Hoy tengo las llaves para abrir
En tu cara, carcelero.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario