Textos desde 2007 a la actualidad.

Brevedades. Que los Trazos sean flechas
como las que arroja el Inconsciente cuando
nos deja arrojados.
..........

Y el infinito Trazo se sigue escribiendo.
Poemas aún sin publicar superan los 2000. Ellos hablan sólo por acá, todavía.

06 marzo, 2020


Nos consolábamos diciendo Madrid, o con la boca
que contaba los días y la lluvia. Vivíamos en las llaves
que iban cayendo, mirando los relojes sin confundir
el tiempo. Hoy los Mundos cayeron al asfalto,
no hay pronombres, no hay árboles, hay la pequeña
noche en un jardín insistiendo rosas.
Nadie es peor que sus sueños, entonces, soñemos.

Donde llueve, donde reposan
los genes
las manzanas
y la ficción de la Lengua,
hay un envés de aire
y de despojo,
una casa a la que arrojarse
y un cortejo de pájaros.

Me encadené a la página y vi cómo un desierto
puede brillar sobre un volcán. Un pájaro y los
rituales de la violeta aparecieron
entre las llamas.

Hablábamos de círculos, otra historia sinfin 
y el miedo que
pregunta.

La sonrisa de la mano inversa, ese Poema
con olor a batalla, ese monte de hacha y piedra
que suele ser la casa de la sed y del espanto.

Ella se desnuda en un cantapiedras y una hoja
parte la tierra sin permiso.

Y Zeus alzará su río de deseos, el fuego de
la jura,
Volverá hecho añicos el perdón,
la luna se secará vacía y
leve,
la ira caerá en pedazos sobre los pies de
los mortales.
Se cumplen todas las sombras a la sombra
del temor.

Donde verdes, donde aguas, donde tigres,
donde las manos solas y furiosas alzan la llama
y volver es un bosque o una cicatriz o un otoño
que muerde en tu cuello.

La plaza está desnuda y está el Poema,
yo me arrojo sobre él pero había una
piedra, una transparencia que fluía
y era un río, un alba
entre muros.

Un Leviatán, un hilo
plateado,
un secreto sin luz
poderoso y vegetal,
el centro absorto de su centro
su propio mar adentro.

He hundido el puñal en ambas cosas
el viento y la Palabra
y en silencio guardé el abismo
al que me arrojaron.

El Poema siguiente será hiedra o estrella,
no sabemos. La hoja es un diente devorador
una estatua que espera.

Aquella vida pasaba por la noche
de los cuerpos,
pausas rotas
combate sin estrellas
garras calientes entre orillas
Afuera el pan y la mirada donde
se tienden las manos
y el follaje.

El origen es un sueño atroz que se cubre
de párpados, pero alguien mira el mar,
alguien levanta con sigilo su carne de huracán
y no hay retorno para el caudal, cada nombre
a cada nombre, llega, rompiendo sus costuras.

Una piedra fija su deseo, su ostentación de plenitud
mineral donde volar es sueño. Ostenta donde ama,
donde es ella y todo el arenal, donde la media fruta
es nada y un ángel le sostiene ese Universo.

19 febrero, 2020


Con la Letra hacemos de la nuca herida
un pájaro,
una sombra,
y abrimos el minuto lento del otoño
y la hoja sin mar.

Una gota indestructible duerme en su borde,
toca y levanta desde el pecho a su centro.
cae desnuda a su hondura
Escarnecida la carne sobre las ruinas que
levanta, es una Ciudad muda, esa lágrima.

Es un clavel precipitado
un sitio con olor a papel
Vence la lluvia y el llanto,
se cubre con el alba como
la primera campana,
es obstinada y libre,
la soledad la puebla de Palabras,
y ella lo elije.
-Nada en el Mundo hay que no se
teja con Magia, se musita.

Era un zapatero golpeado por
ríos azules,
ríos de una sola orilla
Hacía zapatitos de cristal de
tacos azules.

Cuando un Poeta muere no se profanan
los espejos, la vida queda bebida en su
profundidad, pronto un pecho nocturno
pide tregua,
fustiga el infinito
La Letra  nunca cae, se hace profética
gira entre suelos, se hace azote y flor.

Ese Poema tuvo que pelear con su cuerpo
y con su muerte, con los cuatro vidrios
con el polvo y el destierro, tuvo que vencer
la mano ejecutora y deshacerse.
Ese Poema arde.

Ser una sombra de río golpeando
sobre el cristal,
una luz escondida
el pan que no interroga.

Darle al infierno este pedazo de tierra y
que la duela en el agua, pelear un roto por un perdón
y olvidar en un mantel la brevedad.

05 febrero, 2020

Fracasó su boca, el licor, las uvas, la sed,
clavó la gloria del mendigo, la desnudez de
la lámpara. Comprime su mundo de carne
y paga el precio a la eternidad.

29 enero, 2020


Había una raíz de mujer entre la lluvia,
un nido extendido entre el trigo y la almendra
Los marinos pasaban ciegos levantando
madera y sueños.

Escucho tu corazón sin tierra,
oigo tus besos por mitades, el huracán
de la carne, los disparos del Mundo
sobre el Mar.Te veo mirando los puñales
como olas y siempre te entiendo.

Rompe la eternidad sobre
una piedra, con su llanto de hierro
atraviesa la casa de la sombra
Pura geología.

Entre el cansancio y el canto, en la pureza doble,
alguien comienza el juego, y es un templo,
quien baila encierra su duración de mar.

Recuerdo nuestras manos sobre el hule
las migajas de pan como flores cansadas
No faltamos
ni faltó la llama
faltó un Mundo de botellas y lunas
y un puerto sin heridas
y esa rosa.

América despierta, su esperma es azúcar
de la especie
Despierta y empapa de cólera
amamanta ayunos,
el hambre llena de andar a puro corazón,
a pura disputa
Despierta con la gota dulce que dura todas
las batallas,
todo el vino,
toda la sombra de la rosa.

Cayó el hacha y fue mariposa.

15 enero, 2020


Escuchó el disparo y rodaba el Poema
como agua turbia.

Un puñal sobre la mermelada y el sudor de vidrio,
el mundo húmedo de manos rompiendo mitades
en días de corazones sin iris.


Así te miro, con la región exhausta,
tanta vocación de huida, y te encuentro
en el Poema siguiente.

Era un conjuro nombrarte sin límites
era infinitud,
desatino.
Conozco la región y el esplendor,
no los regresos.

Me guardo en las redes de tu mar,
ensimismada
y en vuelo.

La pregunta queda perdida
en la opulencia del Lenguaje
pero a la hora de las horas
sólo nombramos la ausencia.

En el reino del -danos este pan
alguien abandona la tregua
y espera desde un hoyo caber por
alguna puerta.
Lloremos
la caja está vacía de Palabras
quedan a cobijo los silencios
en el Mundo del día siguiente.

Qué hace Lilit escondida en el
Mundo siguiente,
abriendo la puerta del océano,
escarbando bajito un sexo
sin heridas.
El instante del otro reino es una
fragua sin cobijo pero su piel
es todo el Mediterráneo.

Miraba cada pájaro mientras contaba los árboles
los árboles, los árboles,
y se mira, se mira, se mira en cada sombra,
un aleteo limpiaba las hojas y cada hoja
de la hoja hacía su sombra, hacía su pájaro.

Entre cenizas y esplendor hay un instante,
una métrica de huida, un desatino.

Una tristeza de mar o un límite.
Un solo signo alcanza para convertir
las sílabas en nombre.

Nuestra parte de la tarde
y él no está aquí para
tomarme de la mano.

01 enero, 2020



 2020.


Atardeceres como barcas, sombras de trigo, mirar al mar, que nos miren escribir, que nos escriban, que el amor cante al borde de la lujuria, que al amanecer el Mundo diga: -vengo por ti, y que en el fondo, una violeta florezca para ver el milagro de este 2020 con sus cadencias y armonías.

Y por supuesto, que siempre abunde la salud y jamás falte pal puchero que cada quien tenga armado.

Feliz 2020 para todos, queridos Amigos.
Mi abrazo amoroso para todos los pasajeros del Trazo.
Virginia.

29 diciembre, 2019


Plantaban girasoles en el condado de la soledad.
Ella decía: -convertime en Palabras
y callame este sol que se repite.

La Poesía nos escribe, pero afrontémoslo
No somos tan inocentes.

Todo fue escarcha hasta que
el miedo se pudrió por los costados
Una a una cayeron las noches de
interrogar le nada,
y el azogue
Entonces otro rostro
otro polvo de Dios,
y de puntillas legaron las certezas.
Quedará hablar en grande
y susurrar sin nostalgias.

Una tarde en la memoria
de una tarde,
la mazmorra y un perro sufrido
alumbran los andrajos.
Una vigilia arde, husmea la vida
que se arropa en los pies
del rastro,
la extraña cárcel de la luz
muestra su cuchillo.

Una mujer camina desnuda
por su patio
Ella es su propia tierra, su
montón de Palabras
Viene de un esbozo habitable
de sí misma,
de su mapa ilusorio
Arde,
y jamás será ceniza.

Las palabras ya no son palabras,
son un bosque desarmado
entre escombros,
una voz que voltea vacíos,
el espacio que no dice,
y en todas cabemos.

La hoja no cortará la siembra,
en lo perdido llevamos la piedra
el pie izquierdo
la lágrima oculta de una taza,
de un calendario.
El sacrificio en el umbral.

En el sigilo y el silencio de
quien observa si la gota
de agua elegida es
.esa gota.

Hemos hecho un remolino de estiércol
un semblante de esperas. No se toleran sueños,
sólo migajas sin siembra, anclas de adobe,
cuando las piedra olvidan.
amontonadas las rodillas entre las piedras
Alguien escarba en su propio cielo.

Un atado de rosas, un farol
sin puente,
la pequeña vida escrita
entre los brazos.

Escarbemos en el barro de los muros,
quedemos entreabiertos.

Soy el jardín de tu puerta,
la hora sin razón,
el viento de tu gesto,
/adentro/, en la maleza, renuevo
tus escombros, ahora palomas,
de mi mano extranjera
que te retorna.

Quería romper Palabritas
una por una,
triza por triza
Quería llegar al infinito,
a la Letra fundamental.

Existir en identidad, ser y ser
la otredad,
la sombra sin razón.

25 diciembre, 2019

02 diciembre, 2019


Eugene se escribía, Euyine se
pronunciaba, era un mosaico
de Palabras,
tarareaba en esdrújulas,
vestía desfachatez y bolsillos
de centavos.
era la Letra del asunto,
él y su intemperie.

Húmeda y sembrada
infinitamente ajena
cantaba.
Era la tierra del amor
a la tarde,
del sol
de la barca
Aún regalaba algún
silencio
alguna proa
Algún olvido de papel.

La carroña florece entre pájaros
en el nombre fatal
en el sigilo y la herrumbre
en el envés del Arte que lo toma
y lo sangra prematuro,
libre en la mirada de mirar
Entonces sí los pájaros.

El canto de la primera alondra  
el ruido del agua
las manzanas en la mesa
Eran tiempos de olvidar las mangas
náufragas, los días acotados, y
caminar hacia el año enamorado
en el grial de la Letra.

No incendio molinos
no clamo por la Edad Media
la geometría de la Palabra
la descubrí en el viento
y soy su itinerante.

-Mamá está nadando tu voz, las fresas
esperan cerca, una nena en el espejo
recuerda el río, tu dolor olvidado...
Mamá ahora sé que los principios
son sólo una voz.

16 noviembre, 2019



Valdivia es el origen del destierro
y eso amarra, deja los nombres en
el incestos de sus días.
Quién dijo que el origen era Valdivia
y no los restos de esa decepción.

Un catálogo de abrazos en tiempos
de pronto, sin Palabras, en goteo léxico,
enredados en la mala Letra.

Canta la mujer chamana
juega a las Palabras
las transita de una luna
a otra
explora entre el barro
y la espiga,
se hace harina y canta.

Tanto destino de horas, tanto Madrid
sin llave. Alguien  lleva minutos a su hueco
tartamudo. Otro consuela la lluvia y
se consuela. Ninguno sabe de la calle
de las hojas y los pronombres.

Un fractal
la millonésima parte de sí mismo
su precipicio.

Hasta recién sonaba su lírica de
posguerra,
el balbuceo esencial.

Soy las manos en la lluvia
un viento que sopla, nacida
alma y borde,
una ventana exiliada,
la pequeña flor que gira entre
sus pétalos,
soy quien guarda la noche
en la Palabra.

hiere esa esquina y te deja barro
razón vuelta silencio.

15 noviembre, 2019


Con tanto desamor en las costuras y lunas
entregadas, con tantos patios en los ojos del vino.
La primera tierra, una panera y las migas
con olor a amanecer.

Ha guardado su nombre
y estaba
sobre la herida,
sobre la punta de su sombra
sobre la sombra,
sobre la punta de su sombra,
sobre su herida.

Diría la palabra membresía, la vida es más
que una uva, son las costumbres
la próxima estación
el -tú has sido.

Hemos dado luz a las sudadas sombras.
Como la araña nos tejimos en el idioma,
y a esa luz, calladamente, la tejimos.
En esta Ciudad que no se calma, en todas
las Ciudades, sobre la furia y los escombros,
hasta que un pájaro se paró sobre la herida.

Mete a Dios en el Palacio y hunde
la madera.
Hay un cristo, millones, ejecutados
por una cruz.

El refugio de la oruga
cien años de mariposa
en un caparazón
en una espera.

Los he visto desnudando calles, los he visto
de metal y espanto, los he visto
-paren, apunten... tu ley, mi ley, ninguna ley,
los he visto doblando sombras en la otra parte
del cuerpo de alguien,
clavando un vaso sobre la Palabra.
/En el hilo de una teja nace una rosa/
/Eso espera/

Descubrí extrañas cortesías y no dije Varsovia,
dije gabardina y Poesía. Entonces descubrí
el después, salirse de la copa, pecar en
el extremo, y seguir escribiendo.

03 octubre, 2019


El número es un acto, la Palabra de atrás
el fondo de agua muda. Todo lo que es,
es otra cosa.

Continúa mi fragmento, te espero en la pregunta,
abrime en un texto con tu texto infinito,
en la trinchera, en esa parte
de la guerra,
te espero.

Nada es puro Lenguaje, es también
-gastaré tu sombra, -no bastará ese grito,
es ese grito.

Digo viento y se ordenan los papeles y
las Palabras, y la calle sale de sus mosaicos.
Viene la época, cuando digo me quedo en
esta batalla. Mirándome a los ojos, vuelvo.
Ahora llueve y sé que si digo, la luz es.

Rompan la antorcha y
el agua inútil
Hay quien junta sed y hay
quien junta cielo.

Zorzales del Mundo entréguense
a mi puerta.

Quedó en volver sin sombra
que la aloje
vuelta en otra, la misma
que insiste.
La piedra en el estanque le dice
que no hay norte.
A quién se le pregunta
por la boca y los contornos,
y el aire que desborda,
y la última cosecha.
Las gotas saben de la
zozobra de esos
duelos.

Lluvia hereje
nacida
golpe fugaz sin
faro.
Alguien inmola
su luz y
se hace ráfaga.