Textos desde 2007 a la actualidad.

Brevedades. Que los Trazos sean flechas
como las que arroja el Inconsciente cuando
nos deja arrojados.
..........

Y el infinito Trazo se sigue escribiendo.
Escrituras sin publicar.

12 julio, 2007

Alimento Balanceado.

Están en las colas de los bancos, son los primeros de la primera hora, del primer día de pago de cada mes, según número final de documento que no los documenta para calificar.
Están en la cola del tiempo, en la cola de la cola de la vida, en esa parte del cometa que no vemos en el viaje. 
Esperan sin ser vistos, esperan sin esperar.
Mirarlos es conjugar el futuro imperfecto, el tiempo del horror que cae fuera de toda gramática.
Los miramos poco para no mirarnos cuando la cinta avance. 
Hoy pasé por la vereda de doña Mercedes, había olor a comida de abuela. Fue día de cobro, día de alivio y bizcochuelo.
Del uno al catorce de cada mes se turnan en colas como rondas litúrgicas, ocupan las veredas recién húmedas, quiebran sin quebrar.
La casa bizcochuelo, casa abuela, casa plato único, se descascara, mientras al lado, la familia chalet, familia madera y vidrio, familia fondo y pileta le prepara a Fido su infaltable alimento balanceado.

"Decires (Breves ensayos Poéticos en prosa)". Ed. Corregidor. 2003.

3 comentarios:

Grillo dijo...

Me encanta su trabajo Virginia, estoy con spinetta y tu blog!! intentando salvar el pellejo!! Un saludazo eterno!!

Azpeitia poeta y escritor dijo...

Somos insaciables, necesitamos sensaciones como dicen ahora a tope, al máximo somos capaces de devorar paisajes, el mar, la noche,....a quién nos ama....lo queremos todo....siempre sentir, sentir....hasta caer exhaustos...rendidos....Que la lluvia del anochececer, rocíe tu cara, tu boca, tus sienes(lugar común en los escritores románticos)
y sientas la paz de que el torrente de tus palabras llevadas al papel vegetal y al papel virtual son tan abundantes como el mar de tus ilusiones.
Un beso virtual, que no virtuoso....azpeitia

Unknown dijo...

Te escribí un comentario en el que te mencionaba cierto color setentista. Ese color está en otros de tus poemas y en esta prosa poética, pero de modo mucho más cuidado que en aquellos; no es tan suspicaz e irónico, cosa que, por supuesto, te favorece. Excelente.
Ricardo Rubio