Las llamas congeladas,
la avidez de la caída
el humo vertido sobre el abismo
las piedras solas pegando
contra las sombras,
las aguas madres vertidas sobre
tigres de papel,
los labios como torres
las entrañas verdes.
Nada conmueve
Conmueve tu mirada en la panera
y la panera
y tus manos repartiendo donde
la carne se desnuda.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario