Textos desde 2007 a la actualidad.

Brevedades. Que los Trazos sean flechas
como las que arroja el Inconsciente cuando
nos deja arrojados.
..........

Y el infinito Trazo se sigue escribiendo.
Poemas aún sin publicar superan los 2000. Ellos hablan sólo por acá, todavía.

04 octubre, 2009

No me des el cristal, te pido todos los umbrales.
Paraísos o infiernos, no estamos más
allá del Templo que somos.
Descalzaré mi sombra, y la niña
que fui se lloverá Poema.
Lava sus miserias en agua de abrojos.
Vuelve la palabra, entre azúcares, raspando
un poquito la mesa de la madrugada.
No sé dónde cantan los pájaros,
por hoy al menos.

Habrá que seguir encontrando alas.
No se me hace pájaro la pena.

03 octubre, 2009

No te quemes de río, en algas van las otredades,
dame el anzuelo, el jade de tu almohada.
Levanto plumas, la sed viaja de aire.

a La Negra.
a Merecedes Sosa.
Trae medias de almendra, trocitos de
trocitos en un frasco arenero. La infancia
inventa la boca de la leche.
Qué montaña escala tanto paño de Azúcar.
Llueve Mundo en la ladera inversa.
Escribe en el gallo cada madrugada,
incendia ovejas negras cada mañana.
Al ruin no lo visitan ni el viento ni los espejos.

20 septiembre, 2009

Esa Helena que Troya su caballo de Amores,
soberbio ejemplo, alguna vez Paris fue más
piel que las sábanas de la pasión.
A quién le entrega el tiempo su propia ausencia,
sus puertas vacías, el viento despidiéndose,
los gerundios de adiós y travesía.

15 septiembre, 2009

Martillemos las sombras que hay perdices, que el
telón cae donde se abre. A sentarse sin abstinencia
que la mesa está servida, -me dicen.
El garfio pirata llora su metal de muelle,
escupe su memoria de mar sobre bandera
negra. La virgen corsaria lo ama rasgada
de su seda, madera y crujiente.

13 septiembre, 2009

Untada de jazmines muelo una almendra y,
con su polvo, enciendo tu candil de mí.
Me dejo anclar por tu vértice sagrado sacrílego
en horas devotas de pecado. Vuelve dulce la
marea con todos sus regresos, y yo de ida todavía.
Arrancame estos clavos con la boca del amor.

11 septiembre, 2009

07 septiembre, 2009

Es una jaula rota, la Palabra, muele
sexo y estambres, hamaca la dulzura
de un encierro falso para dejarnos
en esta deriva marinera.
Busca su partida, el eructo de fuego primordial,
la cifra azul, la fecha. Busca el vientre paridor
que lo dejó huérfano, vacío, en viaje.
Sólo lleva su nombre, el Tiempo.
El pájaro nació al revés,
el pico de raíz, el árbol sobre,
y las alas, las alas, las alas, dónde.
Me desnudo tan cerca del infierno, invierno,
y yo, todavía violeta, tan primavera.
No vengas espumadera, ni trapito de sol
para atraparme verbo. Peino largos mis
cabellos de luna sobre mis lunas,
cada noche, cada jazmín.
Clava triángulos de seda, quema leños de
arena, fuega sus horas. Quién le pide la sal.
Martillo la sombra, la higuera, seco soles
y los cuelgo anaranjados, uno por uno,
y en cada, una Letra. Trabajo carpintero
éste de alumbrar Palabras.

01 septiembre, 2009

A tan corta distancia del Adiós habita
el Amor, dos territorios, y en su frontera,
la memoria y una violeta huérfana.
La memoria espera un poco de su
sombra para recobrar olvido.
Es la piel de la memoria, la memoria,
debajo, estamos nosotros, otros nosotros.
Desnudo, bautismal, bíblico, con su nombre
descalzo pisa la arena, el olvido de la roca.

Vicente,
a vos siempre.

30 agosto, 2009

No existe el abril del día perfecto, la rama
del costado, tanto abrazo de espaldas
a la luna, esa oblicua tangente voluntad
de hacerse mayo, y quedar hoja.

29 agosto, 2009

La noche huele a fueguitos turbios,
a banda de azahares, huele a rincones.
La vida hostiga,
no pecar, qué gran pecado.
Salieri busca su voz y le duelen
violines de sombra. Ruedan palabras
como puños secos. Un puñado de puños
jamás será Poema, jamás Amor.

10 agosto, 2009

Amarrado al clavo de olor, a la leche de arroz,
herido de canela y menta, labriego encadenado,
tan Minotauro sucumbido infancia.
Aquí desagotan las tristezas, los corchos, las
miserias, las tardes sin amor. Un perro aúlla
noches de seda desde una costura de la luna,
y yo le digo lobo.
Esa sombra que compraste espejo y duerme
tus noches, afila con un corcho cada cuchillo
hasta que la cuerda sea sólo ausencia.
Y si soy una pisada tuya.
Si soy sólo la huella de tu arena.
Combá la cuerda, recorrela ríspida, hasta
que este Blues se haga templo.
Un fósforo lo enciende vino, arde luz,
ebrio y sensual regresa de su largo destierro.
Yo me Olimpo en sutil engaño y que Apolo me
diga –llegó el Poema, y yo me engañe.

01 agosto, 2009

Quién te escupió huecos donde los pájaros
hacían nidos, peñón de ausencia.
El fuego de la sombra quema
pájaros, Palabras replegadas sobre
una cicatriz.
Ahí donde no hay nada, todo lo consume,
voraz como el asombro calla hasta que
las grietas den su última sal.
Barro, Tinaja, Barca Morena soy,
entre mis mares tengo un lienzo de
seda y un puñado de arenas.

16 julio, 2009

15 julio, 2009

Batir un sueño a punto de nieve, agregarle
ralladura de Romero de rama sin raíz con
pimienta morena, hundirlo en esencia de
vainilla de licor en miel,
y ahogarlo,
pero dulcemente.
A veces las palabras están en otras partes.
Son brujas areneras de ojales y bolsillos.
A veces otras partes son las palabras.
Tan de tu mano, en esta cara de pecho que
me espera. La decencia suspendida en
el perchero, hasta que la noche alumbre.
Quién te pájaro la sombra. En qué
alumbre del hambre de la siesta te
hiciste de la higuera perdida.
Cuándo fuiste Paraíso.
Amanda soy, de la Rivera del borde del
Junquillo. Aquí las mieses hamacan
tierra, pocitos en dulce, almizcle.
Soy de la sombra del día de Borde Junquillo.
Atrapa, atrapa, atrapa la nostalgia.
Qué atrápares perdidos la escabullen.
Por qué huye cuando le toca prestarme
su ratito de hule.

08 julio, 2009

Cuánto Molino haciéndose Quijote, hoy que el
destierro es una mariposa hecha tornillo, una
margarita de hule, frascos de sed. Hoy, a falta de
Quijotes, los Molinos montan Rocinantes.
-Madre, qué cocinabas cuando cocinabas.
En qué caldo cocías los jirones deseados,
secreta olla, viento encubierto.
Qué tomaba por cuchara. Con qué canela.
Arropate en trigo, agrupá trocitos, abrigalos,
prolijos en julio hacelos enero. Que la siesta
no te olvide el sueño junta adioses.
Duerme mi nostalgia sobre una arruga
futura. Ahora es tiempo de baldosas, de
candados abiertos a furia gitana, es hora de
tu esperma que se duele emboscada.
El azar grita su memoria, nos recuerda que hay
un orden de la nada, dados perdidos, que
alguien se llevó el sexto, que no hay póker
ni escalera. Que Einstein todavía sueña.

06 julio, 2009

No viajé destierros, no esparcí oréganos en
campos, ni la piel del lomo de un leopardo
fue mi mantel de lana ausencias.
Qué mesa te tiendo. Guardé la rosa,
ese fue el viaje.
Hasta el lugar que bebamos de la sed, ahí
donde mi palabra sea tu boca.
-Aquí, aquí, ¿me ves? aquí soy; muelle,
madera hundida de río, yuyito del borde,
barro, costura de sauce, tierrita de balde
leñero. Aquí vasija, vos marea.

01 julio, 2009

Cautiva de escuchar ese único Poeta, y él,
cautivo de ser Poeta para mí, rompiendo cólera
o amor; un minotauro, una herejía de soles
vaciando palabras para entregarme sólo sospechas.

23 junio, 2009

A quién das ese puerto vencido de Palabras
ahora que el infierno se cruza de silencios.
Te ofrezco mi peca, mi pecado, pecar sin
honra por tus silencios cruzados.
Otra vez soy Magdalena.
Juno arde sombras, estiércol de sauces, llantos
secos, se hace junio, hambrienta se traga las íes.
Cómo hará para soltar su noviembre.
Por qué me doblego de cárceles y grillos,
los pies en la losa, las manos rozando la
frente que apedreó satélites. Tan puesta,
extensa, sometida. A qué. A quién.
Vi la luna estallar añicos, la vi caer bote,
deriva azul en tu voz ronca.
Volveme lluvia , soy tu colina secreta.
Volveme luna sobre vos.
La furia, la cuchara intrusa hundida chocolate,
mi jarra hundida de tu madera, otra vez,
tan dulce, derretida, tan mi silencio.

12 junio, 2009

A quién le vas a dar, sabueso de mis días, tanto
Estambre y Pistilo, tanta inocencia mía vuelta
pájaro. A quién ponés tus flores del olvido. A quién,
tramposo decadente endecasílabo, ahora que
soy mi Verso y mi Poema y mi Silencio.
Ahora que soy mi Poesía.
No te asomes a Dios, ni toques el borde del
Planeta que derrota esferas en giros infinitos.
Tejé tus Palabrejas, las más antiguas, y
escupilas al cielo. Si una Enana Blanca
estallara Soles, si nada quedara, alguna
antigua Palabreja tuya iría en derrotero.
Ponerme esta hechura de pies fríos al abrigo
del tiempo, aquí, en el revés de tanto día
desatado, de tanto silencio esquivo.
Ponerme esta brisa de ayer a mojar ventanas
de mañana, y que se abran.
-Señores, a sacarse la medida de tanta desmedida.
Hoy la cáscara es nuez, y la nuez se esconde.
El guiso de cacharros huele a polen pasado de
vientos. Rompan los frascos, las ocasiones falsas.
Duerman la siesta de la buena espera en una
almohada sin dientes, y si despiertan,
no hundan el Planeta.
Corrió el dichoso, y era el Pueblo, la Estación y
el yuyito del banco que esperaba, yuyito verde,
media de lana, ovillo destejido, maneras absurdas
de la espera. Guante que tapa el frío de hoy, y se
descubre invierno en la mañana.

05 junio, 2009

Esa forma de inmortalidad tuvo su Romeo,
y fue Julieta.
Y era Gazpacho esa sopa terruna y penitente,
era del pozo del hambre vuelto amor.
Quien corta la escasez en paneras vacías, corta
rodajas de Universo.
Hacete suave a la hora de las horas, volveme trigo,
azúcar. Todo junco de mi río, en mi costa, como
barro suave, haceme, a la hora de la siesta.
Ella paría flores de otoño en primavera. Al lado de su
Mundo, él confundía estaciones y la esperaba octubre.
Miro su rostro de mapa transitado, deshuesadero
de alondras agitado de infancia. La esperanza
mudada de sus ocho, tan mudada, tan enmudecida.

02 junio, 2009

Adónde va, cortando sus ajitos, sus
cebollas de nada. -Revolvé las candelas,
las dulces notas suaves de tu siesta.
Aquí al lado, el Universo nace y muere
estrellas. Mientras todos buscamos el
hueso Sapiens la verdad viaja, hierro y polvo,
para hacernos carne hablante.
Sopita, sopita de Marruecos, dedales,
cabellos, moños, letras. Qué plato guarda
sabores y saberes. Qué pedrada se llevó
las frentes amadas. Y a cuáles balcones.
Escupime la ausencia aquí mismo, la
sal no inventa sus estatuas.
Lo vi a Pedro Carro Despeñadero de Alma, vende
sueños con espumaderas, corchos sin botella.
Vende y vende. Vende hasta su miseria.

28 mayo, 2009

El vuelo que me trajo a tu medida con tanta
desmedida. Toda soy en vos y no del todo.
Cocía sopas, tierra de azúcar en frascos,
pociones no me importa el olvido, sequía
de amores desamados. Un tenedor de
desandar caminos le abrigaba el secreto.

26 mayo, 2009

Quién levanta Palabras en la Torre de
Babel, azul, papel vencido, y se asoma
puente, mesa, locura Humana,
toda cordura.
Tu rama enciende y desnuda madrugadas
solas, manteles conocidos. Alguien cuenta
las migas del pan que devoramos, lentos,
el pan que, lento, nos devora.
Te vi cabalgándome la sombra, y era mi
asombro el que iba, cabal, ganando tu
certeza de cuchara en mí, tan dulce mi,
tan tu bocado.
Este viento me aventa, roza mi Poesía desde
atrás. Equivocado. No hay lecho, no hay
Procusto. Digo y desdigo. Mirá mi vuelo
de gorrión ladino, viento, ventana,
futuro. Mi Poesía.
Soltá el grillo.
Dónde estaban el grillete, el pie, el establo.
La casa que soy no lava miserias ni cárceles
de sol. Limpiá tus espantos, todos, juntos.
Ahogalos.
Quiero mi grillo.

15 mayo, 2009

Neptuno me provoca, me arroja mares,
me hace océano, me devora en su boca
de agua, y yo lo beso en plena corriente.
De qué vale romper en pedazos la maceta o
guardar uvas en bombachas viejas.
/Semillas y recuerdos/.
La verdad hace vocales bajo los puentes.
El techo de Pompeya fue su ceniza,
y a su pesar, el amor sostiene el testimonio
de dos cuerpos abrazados.
Hoy te despedía. Vos te hacías
Trazo y yo, tu eterna Poeta.

A Vicente.
Puedo ser virginal, tan Magdalena.
Las piedras se confunden lluvia, y yo
ni siquiera lo comprendo.

09 mayo, 2009

De la piedra a esta piel, mientras las
ramas se hacen hoja, me yergo obstinada,
cuando ni siquiera entendí por qué fue
mi nombre quien me trajo.

05 mayo, 2009

En la noche, tu remo entre mis
piernas... ¿dónde era el río?
Caer en el error, que se afrenten las frentes
de melones maduros. Ensayar la tachadura
en una sobria y sostenida huelga de Paz.
Cuento azar y azahares. Del segundo,
aroma y pétalos. Del primero, soy
la cifra secreta y él me numera.
La casa del bobo aloja desazones, puercos,
verdugos, heridas solitarias, nueces secas
secas secas de tanto desalojo.
Así de vacía es la Palabra cuando
no te escucho.

02 mayo, 2009

Adán, renuncio a tu costado, tal vez venimos
de la misma astilla, y diversos y juntos nos
estamos amando a pesar de todo el paraíso.
El alma tiene esa cuchara que ancla
sopa de soles, ternura de extranjero, hambre
de ponerse todos los cobijos.
Hoy fui interrogada por mi propia violeta.
Juan de la sombra martilla sus
costados para no perder ausencia.
Cargó luna de alas. Noche. Traspasada de
lado fondo, en claroscuro, se confirma en
su propio destierro, esa mariposa en negativo.
Los gorriones beben luna de luna en
los charcos, beben eternidad.

19 abril, 2009

Abrir la Soledad, y que se pueble.
-Silencio, le dijo el silencio a su memoria,
mientras ella ocupaba toda su desolación.
Un alfiler de nadas calienta su metal de
sueños. Dijeron los Juglares que anda
el Verbo soltado a la memoria de un velo.
Mi sombra mendiga algo de luz. Yo mendigo
a mi sombra algo de lealtad.
Pasa el cuerno que bendice: una bestia, una
Santa, este vestido que dejo al Altar sacrificial,
este vestido que abrigaba mi última Palabra.
Cae la luna como una Palabra en la
redondez de una Escritura que no alcanzo.
La madeja de piedra teje su roca, y
alguien talla espuma en la otra orilla.

11 abril, 2009

El error de un orden, los dados jugados
a una hoja. Dios habita Templos para
tener dónde suicidar inmortalidad.
El milagro espanta a su milagrero
que cae de su corona y desgrana
las cuentas de un rosario ateo.

03 abril, 2009

Los vio pisar céspedes ardientes, huesos adentro,
y el gorrión cayó de su pluma, arrancado de ojos.
Ahora, otra hora inexacta del equívoco, boca de eco,
siempre el mismo. Déjà vu mes amis.
Pequeños pliegues de silencio decidido,
sólo el tiempo los despliega Palabra.
Grita la verdad a una boca sin orejas.
El Mundo, sordo espectral, juega
a la Historia y apunta nidos con
escamas viejas.
Cómo se resuelve el Poema que nombra lo
desterrado de su nombre. Se abre un cero
pozo agujero. Todo silencio, todo pregunta.
-Pepe, Trazo incompleto, dejame
gritarte en pleno silencio.
En la estocada el tuerto retiene su mirada
final. Como Cíclope, convierte herida en Odisea.

26 marzo, 2009

- Metáfora...., quiso definirla,
Texto, Diccionario, Academia,
y quedó sembrada de su propia violeta.
A trasluz, mientras la orillo, mi
sombra me hace su propia
sombra.
El árbol de la siesta duerme mi
infancia en el lugar que ya
no visito.
Suelto lo que nunca tuve y
recupero mis manos.
Las hojas del otoño viajan
solas, y cenizan las tardes.
Una despedida que se dice
a sí misma, como otra hoja
viajando su ceniza.
No puedo beber de la copa
que soy. Aquí mi vid.
Otra vez Ulises ocultado de sus
ojos espera su tramo de eternidad.
Penélope desanda las cuentas
del Amor y se vuelve ovillo.
El niño pecho sin pájaros muerde
su propia simiente, y espera.
En el Mundo no hay destino para
todos, -le dicen.

16 marzo, 2009

11 marzo, 2009

De repente nacía. Les dije:- sopa,
mamadera, Amor. Algo estuvo bien,
y vinieron las Palabras.
Tal vez no deba resolverse aquel otro
Poema, baste decir: -una violeta fue
su espada, niña sola de Palabras todavía.

10 marzo, 2009

22 febrero, 2009

Soy adobe, casa, amparo, piel y tierra
para descalzos, y soy descalza.
Y soy hilo, arruga, vasija, aroma,
magia y violeta de tarde.

06 febrero, 2009

Tu temple en la fragua de mis
días es casa, y me asoma.
Quereme que es
domingo.
Soy astillero de violetas,
y soy violeta.
El silencio me grita muslo adentro,
y me quedo Bahía, césped,
hambruna de guerra.
Virgen con pechos de leche
soy, huidiza cuando mi carne
se otorga.
Una oportunidad a la ausencia. Un instante
imposible. Un préstamo breve.

A Vicente.
Carne adentro hay nidos de cristal y
adobe. La cresta terrenal roza lo inefable.
Estos soles en mi puño, y tus
ojos de tarde despedida.
¿En dónde mora la piedad
del mundo? no la justicia,
la piedad.
El anzuelo, la carnada, las sombras.
No sé en qué parte del
Mundo esconderé mi Humanidad,
Pero no soy de tu río.

28 enero, 2009

Bendita de cantar abajo, abajo hondo,
tan cerca de mí, tan aplazada de mí,
la dura carne sueña y sobrevive.
Le digo al viento que soy voz,
y vos, y a veces yo, sólo cuando
azucan las tardes.
Por qué buscar los dientes de
la tierra. Los pájaros confían.
Habré de aprender a picar pasto.
Así me preñan los veranos
como si fuera espiga, adolescente,
infame de toda felonía.
Tanto desparpajo de hueso,
de cucharas de sopa, secas,
en las bocas de otros. Tanta
oruga de mar lamiendo tierra.
Dura, a dentelladas, se cocina
en guiso de alondras, el suyo.
La piel la espera, marinera,
para ser escándalo.
Estrena alma, la dichosa, ahora
que hay desuso, que Dios cayó
de un anaquel, y es aro, mariposa
incrustada. Ahora que la carne
ostenta esos puñales.
-Mamá, ponete blanda, tonta,
mentime azules. Marzo me
soñó y llegué en puñados
de seguir queriendo.

27 enero, 2009

Me sucedí violeta, y vos, te
sucediste Alpe.
Canto en las sombras, entre
sed y silencio, canto, como
esa prostituta inconfesa.
Vengo de la noche, de tu pecho
en sombras, de los dulces astilleros
del Amor Proletario, vengo.
Amanecí de todas mis mañanas,
y era tarde.
Voy al fondo del Poema, estoy ahí,
en su espesura. Soy una Letra entre
lujuria y silencios.
Afuera está la nena que espera
las Palabras. Me veo toda lluvia
muda, y no sé si dejarme entrar
con tanto desamparo.
Dónde estaba el Alfabeto cuando
no comprendí que iba a ser lluvia.
Tan estrenada, tan reciente,
con tanto silencio.
Canto y canto y canto.
La última bala de la luna se
hunde en mi alma gitana,
y canto.
El pecado del Poema es decirse,
cirse, cirse, es no desaparecer
detrás de su pecho blando.

18 enero, 2009

El amor es que interrumpan
tus planes y todavía saques
mariposas de los bolsillos.
Tanta sombra desabrigando merece
una mañana, un charquito de luz,
una vereda mojada.
Otra vez los sapos hablando
del amor, quién los escucha
todavía.
A qué huele el miedo,
a qué la víspera amorosa.
Con qué tramos de vísceras
construimos tanto Universo.
No hay sequía de la dulce.
Hay hilanderas que tejen
hilos dulces con hilos de acero.
El amor es como mirar
entre ciruelos.
Tanta piedad me cuece el
alma hasta su borde,
pero tengo mares y alondras,
acaso su suerte.

15 enero, 2009

01 enero, 2009


2009
"Si me dijeran pide un deseo, preferiría un rabo de nube, un torbellino en el suelo y una gran ira que sube. Un barredor de tristezas, un aguacero en venganza que cuando escampe parezca nuestra esperanza.
Si me dijeran pide un deseo, preferiría un rabo de nube, que se llevara lo feo y nos dejara el querube. Un barredor de tristezas, un aguacero en venganza que cuando escampe parezca nuestra esperanza."

Silvio Rodríguez.

04 diciembre, 2008

Te prometo este cuerno infinito de oraciones,
debo creer que es posible la Poesía.
Digo: -estoy. El espejo confirma
mi Humanidad urgente.
Quedate en el reposo,
en el hambre imperfecta,
en la espera sedienta hasta
que la carne de tu espejo
vuelva.
Dónde poner la orfandad
de tanta Universal lactancia.
Una margarita blanca asoma sin
pretensiones. Comienza el día, es
flor pero ella no lo sabe, nunca lo sabrá.
Unimos las manos, pocas, húmedas.
Tal vez así hayan sido todos los comienzos.
Las Sirenas le cantaban a Ulises,
que muerto de cadenas comprendió
que algo de eso era Poesía.
El espejo, voraz, reclama el misterio
de la imagen. Tendré que meditar
cuánta Humanidad le presto.

11 noviembre, 2008

El Universo sueña tiempo. El tiempo
sueña ser Universo.
Un hombre y una mujer se aman en
la tarde y se saben tiempo, Universo.
Levantaron las manos saludadoras, las otras
quedaron escondidas en los bolsillos.
El viento sabe.
Seré siempre quien soy,
en la obstinada soledad
si es necesario.
Te doy una Palabra,
un vértice en el que
sostener Mundo.
El peso de tu Física, de tu Química.
El peso de tu Peso, de tu Mercadeo.
El peso de este Poema.
Echados por Milenios, no hay moneda
que invite a la fiesta de la razón canalla.
Con tus Fantasmas escribo
el desagravio. ¿Podrás leerme?
La razón expulsa sus verdades,
sólo quedan los Mitos
para refundar Palabras.
Heráclito responde:
-yo no soy , siquiera,
ese Río.
Le rogué a la ausencia que faltara a su cita.

01 noviembre, 2008

No escribo
tirito de palabras,
apenas.
Si Parménides dijera
-éste es mi río,
el río no sería.
Me busqué idéntica,
me encontré éxodo.
Toda identidad paradoja.
La palabra busca su
último rostro y sólo
encuentra exilios.
Mi brújula es artera
cede su timón,
escribe de soslayo para
no destrozar mariposas.
Dios me soborna
cuando me sueña.
Encender instantes
requiere silencios,
lunas y silencios.
Esa tinta inversa clava
milagros
en tres puntos
cardinales.

18 octubre, 2008

Vuelve la ausencia para
devorarme.
Yo me hago clavel
y la confundo.
Adobe, huérfano
de pájaros, también
puedo ser humedad
en tu ventana.
Entre el horizonte
y las horas
vibra la rosa.
Atrapé el tiempo,
esta noche, y me hice
minuto.
Este pájaro me
dice que soy casa.
Además, y después de mi gran Amor,
a vos también te recuerdo.
Me destraza esta noche quieta
de belleza. Toda ella es Trazo.
Cuando no alcancen estas categorías,
con qué otras mentiras diremos
que comprendemos el mundo.
Catedrales de ausencia,
cuerpos sin paz, y a su
pesar, soy esta mujer
radicada piel,
horas,
húmedo temblor.
Elegimos el Lenguaje, ese que
viene a golpearnos en reversa,
y nos interroga.
Te presto mis hombros,
a veces
la carne aloja
tanto como la
Palabra.
¿Y qué clase de Amor te tendría?
Prefiero amar sin clase.
El Universo bosteza, me lo
dicen las estrellas esta noche
de malvón y viento.
La pregunta inaugura la mordida
fatal del tiempo y esta estampida
infinita de segundos.
Lanzados a la segunda intemperie:
construir un mundo, habitarlo.

22 septiembre, 2008

01 septiembre, 2008

Van diciendo el
universo,
despojadas,
cuando las Palabras
se ponen
silencio.
Scherezade hila
tiempo y
suicida Palabras
cada noche
cuando las incendia.
No hay caudal de
Clavel, hay sólo
Aleteos.
Quedó enredado en
su luz,
desbordado lumbre.
su sombra comprende
de tales desatinos
y aún lo espera.
En la boca del
silencio
crecen violetas,
alpes y violetas.
Tengo entre las
manos algunos
Versos,
otros Silencios.
Me cruzan espacio
y tiempo.
En qué cardinal
habitará la
Rosa.
Mírame,
ésta es mi jaula,
tantas Palabras
y un solo
abecedario.
Nací, sé que
nací.
Llegó la puñalada
desde el anverso
de la lengua de
alguien.
Mientras gimoteaba de
leche, la daga
hundía, tímpano
adentro,
el estilete sonoro,
y yo, mordiendo la
única certeza,
me condené
Palabra.

15 agosto, 2008

Olvidémonos juntos,
otra vez.
No hay cantares,
hay trozos que
caen.
Perro que canta
a la luna
no es perro
es luna
mirándose.
Cruz, suelta estos clavos,
soy tu madera.
Te busco en los
espejos, nunca me
encuentro.
Lo mejor que digo
son estos
silencios.
No comprendo la
ausencia si no
regreso.
Y los Trazos siguen,
y aquí estoy, hecha
apenas
pedazo.

02 agosto, 2008

-Aún eres mi reino,
le dijo entre los trigales.
El viento contestó
por ella.
la ausencia es muda,
el amor,
sordo.
Los Trazos no
nombran ni son
nombrados,
suceden mientras
sucedemos, huérfanos
de eternidad.
Habrá un apetito
irreductible,
esa gana con
tiempo,
y habrá mil Adanes y
mil Evas que
vuelvan a
condenarse
vida.
La vida es Nombre,
el bautizo,
expulsión.
Así de solitario es
el peaje.
Sin amapolas,
sin claveles,
sin ungüentos
especiales.
Nos confunde la
ignorancia,
afortunadamente.
El plástico suda
verdades
en los
almanaques,
mientras nos sobran
coartadas para
sentenciar
infinitos.
Voy por esa grulla,
soy papel.
-Gabriel,
cantaba el viento,
y guardaba su sombra
para Amanda.
Cada noche la
sombra de Gabriel
descansa su
ausencia.
Vengo por tu
infamia,
soy ojal
soy viento
Desdémona,
¿Por qué inventaste
Iagos?
Si el Decir
implicara la Rosa,
seríamos
Palabra.
Esos vértices que me
regresan.
Si miro,
soy horizonte.
Me miras y
soy esclava
Si me trasvés,
Soy.
Vengo río, gaviota,
estrellas;
vengo tiza o pizarra
o agua.
Vengo como quieras,
como me hayas
soñado.

29 julio, 2008

Vuelvo tiza la mañana
y dejo que me escriba.
Suelo contar con dedos,
con escamas,
con regresos,
con insultos,
con verbos,
con destinos,
con deudas,
con Teoremas.
Me arranco en-aguas
y no hay de ríos.
Cuánto va de ausencias.
El eco dibuja una
Moebius.
La pura fonética jamás
rescata.

28 julio, 2008

Voy con mi osamenta.
Si hay palabras,
voy con mi osadez.
Te presto mi regreso
mientras seguimos yendo.
Hoy le dije a mi sombra
que soltara su
quebranto en manos
de su propia
sombra.
Me gustan los molinos
con viento,
pero sé que los hay
vencidos de metal como
Quijote de
regreso.
Parate en cualquier parte
de mí, y quereme
igual.

Cien gramos de Poesía.

¿Dónde las palabras? Un hacha silenciosa rasga el papel. Cada palabra se incrusta en cada cripta, en esa y no en otra. Cada palabra con destino de nada, o de hueco en el que hacer resonancia.
Palabras consagradas al suicidio de sí, obligadas a remontar intervalos, a trepar por las sombras del detrás, y a revelarse intrascendentes.
La tinta es devorada por los mudos espacios que denuncian la primera
impotencia. El alfabeto.
Cien gramos de Poesía no son nada.
Cien gramos de Poesía son sólo Silencio.



"DECIRES (BREVES ENSAYOS POÉTICOS EN PROSA)". CORREGIDOR

Descrucifixión.

Bajo este crucifijo
hasta mi pecho,
latiendo la última
pereza atea.
Me desenclavo las manos
y lo desciendo
de esa cruz pagana.
Hoy Cristo se convenció,
existo.


"DESAMPARO DE LOS DÍAS". CORREGIDOR.

22 julio, 2008

Colecciones.

Si el año fuera sólo una colección ordenada de meses, días, horas y minutos.
Si la vida fuera una simple colección, una acumulación en donde nada se pierde ni circula. Páginas de mariposas disecadas, o listas de amores de los que sólo quedan nombres o fechas. Todo contenido en un gran libro o en una parábola finita en la que nada puede escapar de su lugar.
Cada cosa en cada mano, en la mano correcta y propietaria. Cada cosa con nombre en cada mano con nombre, y sólo allí, y siempre allí, sumándose en las mismas palmas para siempre, en palmas que el mismo tiempo seca y arruga, hasta que la cosa más viva fenezca entre escamas con nombre y con alcurnia.
Si el amor fuera quedar coleccionado en un día de otoño de una página de un diario de alguien, o en un hijo como un simple emblema de que algo existió, un hijo en la mano correcta y propietaria, en la misma palma que el tiempo seca y arruga, entre escamas con nombre y con alcurnia.
Si cada momento de cada vida fuera contenido entre páginas de álbumes, prolija y estrictamente colocadas. Si cada libro de cada biblioteca feneciera en esas bibliotecas urdidas de tiempos inconclusos. Si los panes reposaran siempre en las mismas paneras y no existieran manos sin escamas para partir y repartir el alimento.
Si todo fuera una acumulación, un simple orden con una propiedad de escamas, de manos disecadas, muertas por el hambre de no dar. Si todo fuera los nombres de las cosas y sus afinidades y todo fuera al fin un álbum eterno, adecuado y propietario en donde ni una sola mariposa aleteara o alguna mano sin escamas diera o gozara.

Si todo fuera así, nada sería, porque en ese lugar no está la vida.



"DECIRES (BREVES ENSAYOS POÉTICOS EN PROSA)". CORREGIDOR.

03 julio, 2008

El invierno es un Oximoron perfecto:
una oscura claridad, y yo lo abrigo.
Qué falta de respeto.

22 junio, 2008

12 mayo, 2008

Faltaron las cucharas o
sobraron las bocas.
Algo cierra mal en
este Álgebra Planeta,
y eso
también es
Escritura.
Triunfante,
como si hubiera
vencido
a la misma muerte,
vuelvo con estos
Versos
delgados
resistentes.
Pende el Universo de
tales férreas
liviandades.

07 mayo, 2008

Hemos elegido al
verdugo para
defender al gallo
de la madrugada.
El verdugo es
hábil.
Réquiem in Pace
para el
gallo.

18 marzo, 2008

Y yo, apoyada en
el picaporte.
Cobarde.
Te sé venir de mí,
a la vuelta de
esta piedra de llanto
que me quedó
de guarida de vos.
Sé cómo alargar tu
sombra de mí
hacia el lugar en
el que
no te alcanzo.

17 marzo, 2008

Naufragan la rosa,
los olores,
los sentidos.
La leche se pasteuriza,
ay del grano de la grana,
la tierra roja, decolora.
No molestemos.
no nos mezclemos,
ecosistemas,
economías,
ecos,
coz,
he.

Extraño.
Ya no queda nada por
sujetar cuando el sol
se pronuncia
octubre.

23 febrero, 2008

Visita itinerante,
sin promesas.
Y yo, cayendo soles,
tal vez le crea.
La tierra es buena
socia para esas
travesuras
que me devuelven
Gitana.
De qué se viste un
Príncipe.
De qué Narcisos
los nombres de
Narciso,
cuando Eco, hecha
viento y amor
desmesurados
se diluye en él
para perpetrar
la mirada.

05 febrero, 2008

He.

Todavía importa una vida, una mano, cinco dedos, una falange. Todavía España está lejos y se consterna, y la aurora camina sobre la corteza buscando su morada.
Hay, aún, guitarras de madera cóncava, y cuerdas como teclados para yemas y uñas de todas las edades. Y puedo derramar este vino sobre tu pecho y humedecerme en él, durante toda esta siesta.
Aún el Gran Hongo no nos ha devorado, aunque las pizarras y las currículas del mercado nos coticen el minuto de espanto.
He descubierto que si enrulo mi dedo en el vello de tu pecho el vino sabe menos amargo, y puedo hacer de cuenta que no hay cuenta regresiva ni reloj imparable y que los diarios dejan de anunciar la muerte de la esperanza.
He advertido que mi cuerpo huele a hembra, aún al borde de este Mundo tan clonado, y, que no habrá, para tus manos, dos que lleven mi nombre.
Me he percatado que tantas veces las moradas buscan las auroras y los ojos los ocasos.
Y creo que a este Mundo DesMundado que fusila y entierra, que DesPalabra y hambrea, lo podemos salvar con el vino derramado en esta siesta eterna.
Lo podemos salvar con el olor humano, mientras mi dedo enreda el vello de tu pecho y el vino sabe, cada vez, menos amargo.


"DECIRES (BREVES ENSAYOS POÉTICOS EN PROSA)". CORREGIDOR.

02 febrero, 2008

Resplandores.

He buscado en vano el resplandor de los utensilios cotidianos.
Ese brillo que haga especiales o distintas las cosas que son el pasaporte diario de mis días.
Mis tenedores, mi esponja azul, la panera de esterilla, el volante de mi viejo auto, la biblioteca de la cabecera de mi cama, este teclado a través del que declaro buscar los resplandores.
Los pasaportes... esos objetos que portan nuestros pasajes, esas rutas ciegas, desconocidas de sí, cargando con nuestra existencia como invisibles soportes.
Quién no recuerda algo como una vieja lapicera o el tazón de chocolate de la infancia o algún reloj.
Quién no recuerda después, tanto después, cuando cada objeto ya no es el pasaje sino el recuerdo.
Entonces digo que los resplandores son cosa del pasado, de la mirada tangencial y retrospectiva, de esa mirada llena de tiempo para detenerse.
En el presente hay circunstancia, tacto rápido, tiempo desesperado y urgente.
En el presente no hay tiempo para los brillos ni para la mirada que prolongue la luz en el espacio.
Los resplandores buscan su espacio en los viejos libros, en las fotos pasadas, en las cajas en las que guardamos los antiguos pasaportes cotidianos como reliquias de algún momento.
Ese viejo sacacorchos que siempre fallaba pero que descorchó las botellas felices. Ese trozo de metal con forma de mariposa, no resplandecía, era frío, inmediato, duro, había que girarlo un poco para que funcionara. Era sólo eso, una cosa que no sabía.
Era, finalmente, una cosa que no sabíamos.


"DECIRES (BREVES ENSAYOS POÉTICOS EN PROSA)". CORREGIDOR.

31 enero, 2008

Soy un poco
Hechicera,
Gitana.
Me gustan las
pócimas de Amor,
los aceites,
los manjares,
los sentidos.
Que mis cabellos
hagan
cascada
más allá de
los hombros
envueltos por el
viento.
Me gustan los
conjuros con las
estrellas, y que
en el Mundo
haya
Magia.

28 enero, 2008

Por qué si te
vi
antes,
no te vi, -dijo el
Príncipe a
Cenicienta,
mientras topos y
calabazas
forzaban tiempos en
el gran espejo
del Amor.

26 enero, 2008

si vivo el día
de la
mariposa, me
apago de
sonidos.
Convertida en
Vigía involuntaria
descubrí que
la noche
empuña
Letra.
La Diosa de los
sicarios quedó sin
vasalla.
La luz es siempre
subversiva.
Me decía de ausencias:
-sembrame de sombras,
y yo le repondía:
-no me quedan.
Apedréame con un
Verso,
tal vez así
despierte.
Guarda la lumbre,
te pido el cobijo
secundando el
olvido,
por un breve
momento,
Guarda la lumbre,
hoy lo busco
entre los
resplandores.
Un milagrito pedía
Milagritos.
La curva de la luz
vertical a su
lecho,
un anaranjado que no
decline
azul
y el arco de su
asombro
como todo el
asombro.
Por hoy, al menos.

22 enero, 2008

Cuando es madrugada
no hay tejado que
se defienda de
la luna.
Extraña pasión ésta
que me deja
expuesta
desde la letra.
Que me desnuda
al precio de
la Palabra.
Sabía chocolate
muérdago,
acero.
Sabía junco,
rueda,
postigo.
Olía laurel,
incienso,
cordura de trigo.
Pero el vino se
bebía uva,
se bebía solo.
Y yo esperando
copa.

19 enero, 2008

En la orilla
siempre
mora
el ala.

El Viaje.

El lenguaje nunca nombra
la sombra,
ese pedazo de mundo
y de hombre que
ocurre atrás.
Hay que cavar un pozo
en la sintaxis,
demoler letras,
y pasar a ese otro lado.
Es posible que el vacío
renuncie a su silencio,
y por una vez
se nombre.

DESAMPARO DE LOS DÍAS. CORREGIDOR.

17 enero, 2008

-Te haré la cama
y mil veces el amor...., dijo.
Y se enamoró del
viento.
Sé mirar a trasluz, sí, a trasluz, Puedo
hacer de lazarillo, de perro verde
de silencios. También cuento baldosas
de balcones con ilustrada precisión,
y sé poner mis manos como cuencas
para beber. No sé si valgan hoy
estos talentos.

14 enero, 2008

En la orilla,
arena,
caracolitos,
meses,
tal vez nueve.
Tanta memoria,
tanto olvido.
Espera debajo
que su sueño
lo vuelva,
escasamente.

Perspectivas.

Guardar todas las
distancias
en un puño,
en un dedo extendido.
Medir el mundo
desde la perspectiva de
un pulgar vertical.
Y descubrir
que el espacio
se flexiona fácilmente
ante una mano.


"DESAMPARO DE LOS DÍAS". CORREGIDOR.

Cadenas.

Despegada de mi
fantasma,
me nombro
para ordenar el tiempo,
hacerme eslabón,
encadenar gestos.
Ahora que mis manos
son mi historia,
¿qué haré con este
tiempo ordenado?


"DESAMPARO DE LOS DÍAS". CORREGIDOR.

Enunciación.

Hablo de la fragilidad
de la rosa
y la nombro,
en todo su destierro
en el sonido absoluto
de la palabra rosa.
Hablo del poder del león
y lo nombro,
en toda su presencia
en el sonido absoluto
de la palabra león.
Y cuando me tengo que
nombrar
me falta el alfabeto
y los ojos que miran
hacia adentro.
Cuando me tengo que nombrar
quisiera que la rosa hablara.


"DESAMPARO DE LOS DÍAS". CORREGIDOR.

05 enero, 2008

Los ojos le plagiaron
el rostro.
Tanta mirada en
una sola existencia.
Por la pura avaricia de
mirar,
sus ojos le robaron el
Mundo.

01 diciembre, 2007

16 noviembre, 2007

Orsái.


No sé si alguna vez supe lo que es quedar adentro, en la posición correcta, paradita ahí,  en donde el mundo puede estar derrumbándose y uno sale con el pellejo sano, como si los milagros fueran cosa cotidiana.
Generalmente, me ocurre lo contrario, a esta loca alma mía se le da por andar curando las heridas de los perdedores, por olvidar afrentas si ese alguien tiene una necesidad y por ser abogada de cuanta causa perdida llega al despacho de su corazón.
Por otra parte, nunca pude disimular un enojo, es más,  puedo cometer el pecado de la ira si, a mi parecer, la situación lo merece y, en estos casos,  no miro ni mido frente a quién, sólo me importa la justicia del acto. Con esto no reivindico la tempestad de mi temperamento, que es, creo, uno de los aspectos que no han sucumbido a la sabiduría de los años.
Soy una jugadora que siempre está en posición adelantada, o fuera del lugar esperado, en off-side, en orsái.
Es que en las zonas de la cancha en las que quedo colocada,  indebidamente para las reglas,  siempre son las zonas en las que mora, implícita o explícitamente,  alguna forma del dolor, y,  generalmente allí,  nadie lanza ninguna pelota para seguir el juego.
No sé si este sea mi demorado y pertinaz rasgo adolescente a corregir, tampoco sé si de ese rasgo quiera crecer alguna vez.
Yo sé que,  cuando quedo en orsái,  prefiero el silencio, yo me entiendo, sé que algo justo está ocurriendo, aunque, circunstancialmente, mis compañeros de equipo se enojen.
Total,  ya lo decía Manzi:  “...que el alma está en orsái, che bandoneón.”

"Decires (Breves Ensayos Poéticos en prosa)". (2003), Ed. Corregidor.

La lumbre imposible.

No me gustan las esquinas que no esperan a nadie.
Contaba una leyenda que el hombre del cigarrillo apagado esperaba en largas horas de desesperanza la única lumbre imposible del universo. Contaba, también, esa leyenda que era su desesperanza, pretenciosa de sorpresas, la que inventaba cada día la oscuridad de esa esquina. Y así, entre lumbre y ausencia, cada noche, la esquina inventaba a su hombre para que él inventara, a su vez, esa tal desesperanza.
Sólo así la esquina ganaba diariamente su derecho a la oscuridad.
Sólo así la única lumbre imposible del universo ganaba su derecho a brillar en algún lugar de la bóveda celeste.
Un hombre convocando un imposible desde su cigarrillo, desde una suela apoyada perpendicular a la misma pared, noche a noche, mes tras mes, año tras año.
Un hombre, con una desesperanza tan pretenciosa y obstinada, que fue capaz de inventar la única lumbre imposible del universo, aunque ésta nunca haya podido encender su cigarrillo.


"DECIRES (BREVES ENSAYOS POÉTICOS EN PROSA)". CORREGIDOR.

Paradojas y Oxímorones.

Cuando invento palabras me cubren los excesos, ésos, que cuando no están, dejan a la realidad dibujada sobre un segmento sin dimensiones.
En verdad, no amo los excesos, prefiero la austeridad de la condición humana, pero es tal esta condición, que no hay forma de aludir a su austeridad si no es desde los excesos.
Entonces, diría mejor: amo los excesos de la austeridad. ¿Y esto sería una paradoja o un oxímoron? Tal vez un oxímoron, pero tampoco importa.
Cuando digo te amo, digo poco, o digo demasiado, y eso sí importa, porque no es lo mismo un amor austero que un amor en exceso. Entonces, sé que el oxímoron sería un puñal en el pecho de ese otro, si yo le dijera, por ejemplo, te quiero con la austeridad del exceso. El amor no comprende de oxímorones, apenas los padece.
Acá el viento pega en la ventana, como un exceso, y, sin embargo, es una precariedad habitual del mes julio en estas latitudes.
¿Cuál es el exceso, entonces, cuando una palabra se inventa para poder nombrar tanta precariedad?


"DECIRES (BREVES ENSAYOS POÉTICOS EN PROSA)". CORREGIDOR.

Hábitos.

Esta vieja costumbre
de atrapar silencios
y ponerlos
entre los zapatos
entre las enaguas
entre las palabras.
Sigue mi hábito antiguo
de hacerme de cristal
el corazón.
Asciendo el tobogán
por donde todos lo deslizan,
desmenuzo sentidos
con mi usado
molinillo de café
y revuelvo sus camisas
buscando la última tibieza.


"DESAMPARO DE LOS DÍAS". CORREGIDOR.

Aún.

Si como un relámpago
un puño emerge
de la sombra
y me deja sin mundo
y sin días.
Si naufragan los últimos
vestigios,
las primeras señales,
los empeños no alcanzan
y el destino invierte
los términos.
Si amanezco entre
escombros
en el cero
más atrás del comienzo
aún quedará
la palabra.


"DESAMPARO DE LOS DÍAS". CORREGIDOR.

04 noviembre, 2007

La diferencia no es la
Palabra,
es ese pedazo de
emoción
que la convierte,
hacia esa hendidura
Universal que nos
convoca.
El vacío no roba
ausencias,
las deglute
para ser, apenas,
algo
del resto
de lo que no
queda.
Cuando se abra la
tierra,
como no abriendo,
diré que no te
vi,
como si no te
viera.

29 octubre, 2007

27 octubre, 2007

Desde el fin de
la historia, que
es su
comienzo,
camino descalza
sobre ficticias
muertes,
como Godiva,
pasto y piel.
-Soltá ese barrilete,
hilo.
Hoy el papel es
cielo
y el destino
todo
aire.
Soy este libro que
se escribe y me
escribe.
Sólo ahí los
pájaros
cantan.
Por qué te voy a
dejar,
ausencia,
si me funda este
vacío
porque me funda
ausente;
y así puedo
regresar,
como llegando.
Para qué guardar
palabras.
Prefiero abrirme
en cada
hoja y
equivocarme.
La casa de los
comienzos
dice,
pero ya no hay
oídos tempranos
que la
escuchen.

19 octubre, 2007

Excusa.

Bebo las palabras
que cuelgan de mis labios.
Son pájaro,
migran,
erran.
Si se van
pierdo el primer rostro
de mi alma.
No quiero consagrarlas,
quiero destinarlas,
colgar el milagro
desde los dedos de mi mano
a esta esperanza blanca
que es mi verdadera
voz.

DESAMPARO DE LOS DÍAS. CORREGIDOR.

26 septiembre, 2007

Breve paréntesis.

Apaguemos las voces
del mundo
y encendamos la página en blanco
del silencio,
por un breve tiempo,
hasta que esas voces
se ordenen
según su jerarquía,
hasta que nuestros espacios
mal habitados
se purguen
y el adiós sea
una forma más de la siembra.
Apaguemos por un rato
el mundo
para volver a encenderlo
a todas luces,
con las voces verdaderas,
las que le hablan sólo
al corazón.


"Desamparo de los Días".
Si no me pusiera
Palabras
huiría de mi sombra,
y mi sombra
se espantaría con mi
ausencia.
A veces me siento
con la fragilidad de la
fortaleza.
A todo me acostumbro,
presa de ausencias,
me denuncio
en el vértice.

19 agosto, 2007

Los Lugares del Paso Ligero.

Lugares a los que hay que llevar multitudes y darles refrescos, lugares vernissage, en los que se festeja la letra o el pincel cuando declinan su trazo, para inmortalizarse en un puro ahora de espumantes y canapés. Un ahora-espacio de murmullos incomprensibles.
El trazo, la letra, el pincel, que sólo son por destino y necesidad, por la fatalidad irrevocable del decir, festejados fuera de su derrotero.
¿Qué supo Van Gogh de estos lugares ligeros?
¿Qué murmullo pudo escuchar su oreja, arrancada de cuajo? ¿Quién vio sus amarillos, mientras desgarraba la misma tela, tantas veces, denunciando la miseria?
El mismo lienzo pintado sobre sí, y la desesperación y el destino de decir.
¿Qué saben las multitudes vernissage sobre los campos, los rostros, las habitaciones, pintadas unas sobre otras?

¿Quién festeja, luego de su consagración, las pinturas de abajo, las que no se ven?

"Decires (Breves enssayos Poéticos en prosa)". Corregidor.

19 julio, 2007

Paradoja.
El Velázquez inverso.
Cuando escribimos
sólo denunciamos
la propia
ausencia.

Gracias Rolando Revagliatti por esta conversación con tu Poesía.

15 julio, 2007

Alguna mariposa
desmentirá

con su aleteo
toda

declinación,
cuando el tiempo
transcurra.

14 julio, 2007

Estación de Luces.

Estoy aquí.
De tu mechón,
amadamente
rubio,
me quedan las mejores
sedas.
Ahora soy una estación de
luces
que comprende y
anuncia.
Soy,
otra vez,
la vertical andanza
de la sombra.
Suelto la barca.
Ya nos llevó,
a vos,
en esa ida,
y viajamos juntos.
Tomo por obsequio
mi regreso.
Desde mi Estación
de Luces
veré siempre
tu Faro de Silencio
y entenderé sus
señales.
Si quiero decir
tanto,
por tantas estaciones
transitadas,
hay un solo
camino.
Decir Breve.
Ese borde
perfecto
imperfecto
que nos deja
vacilando
entre el valor y el
abismo.

13 julio, 2007

12 julio, 2007

Alimento Balanceado.

Están en las colas de los bancos, son los primeros de la primera hora, del primer día de pago de cada mes, según número final de documento que no los documenta para calificar.
Están en la cola del tiempo, en la cola de la cola de la vida, en esa parte del cometa que no vemos en el viaje. 
Esperan sin ser vistos, esperan sin esperar.
Mirarlos es conjugar el futuro imperfecto, el tiempo del horror que cae fuera de toda gramática.
Los miramos poco para no mirarnos cuando la cinta avance. 
Hoy pasé por la vereda de doña Mercedes, había olor a comida de abuela. Fue día de cobro, día de alivio y bizcochuelo.
Del uno al catorce de cada mes se turnan en colas como rondas litúrgicas, ocupan las veredas recién húmedas, quiebran sin quebrar.
La casa bizcochuelo, casa abuela, casa plato único, se descascara, mientras al lado, la familia chalet, familia madera y vidrio, familia fondo y pileta le prepara a Fido su infaltable alimento balanceado.

"Decires (Breves ensayos Poéticos en prosa)". Ed. Corregidor. 2003.

23 junio, 2007

No me cambio por nadie.

No me cambio por nadie.
Tengo la palabra.
Me sustento en la idea.
Mi corazón alberga
a todos los que amo.
Tengo cabello castaño,
ojos café
y algunas marcas
en el cuerpo
y en el alma.
Soy diferente a otros
pero siempre
siempre
siempre
igual a mí.

Reemplazos.

Hay una avaricia
de palabras.
Un apetito de sumarlas
como monedas
y rodarlas indefinidamente
de un poema
a otro.
Hay también una avaricia
de poemas.
Un afán de multiplicar
sentidos
y circularlos
de una mano
a otra.
Hay finalmente una avaricia
de manos
pero esas no se suman
porque caen
en la hendidura.


De * Desamparo de los Días*. Ediciones Corregidor. Año 1998.

Vendedor de Pájaros.

Vendedor de pájaros
soy tu enamorada.
Ahora cautivo
nadie pone alondras
en las ventanas.
El hombre de los ojos
transparentes
se puso la noche
en la piel
y no hay quién amanezca
pájaros y alondras.


De "Orillas del Mundo". Ediciones Corregidor. Año 1996.

Hacia adentro.

Caí hacia adentro.
En el fondo de mí
hay una niña
que te espera.
El barco que nos llevó
no me regresa.


De "Orillas del Mundo". Ediciones Corregidor. Año 1996.

30 mayo, 2007

Encore.

Me quedaría hablando aunque nadie escuchara. Me quedaría escribiendo aunque nadie leyera. Seguiría pensando aunque todo envileciera . Me quedaría amando aunque amar estuviera fuera de toda política vital. Sería Épsilon entre los Alfa, y si todos fueran cóndores elegiría conservarme gorrión. Me quedaría con el gusto diario y la cuchara incompleta en la mesa de la panera. Me quedaría oliendo aunque del Mundo quedara sólo una enorme planicie.
Estaría allí donde el vendaval arreciara. Me quedaría aunque todos se fueran.
Me quedaría, quedando. Resistiría, resistiendo. De puro obstinada... tal vez.


De "Decires (Breves ensayos poéticos en prosa)". Corregidor.

15 mayo, 2007

La tentación de
prolongar
la acción de la
escritura, y esa
caída
posterior
que siempre llega
tarde.

22 abril, 2007

Sos el trazo de mí.
Soy el trazo de vos.
Y aún creo
escribir.
Me equivoqué del Mundo.
¿A quién le dije te quiero?
Soy un texto de marcas
y signos.
Carne impresa.
Historia de palabras
y amores.
El resto,
lucha.
La gran papelera de
la historia
abunda de trivialidades.
El amor pierde
a veces
las diagonales,
y sólo queda
esa Ese
dolorida y
muda
que se instala
entre dos seres
que se
amaron
o se aman,
quizá.


Gracias Tute,
tus Páginas de Humor Gráfico, todo Poesía, se me vuelven Palabras.
Así de loco, así de taquigráfico, así de antipoético,
así de poético , así de poco,
así de tanto.

07 abril, 2007

Sin embargo.

¿Con qué escribo este
poema?
¿Con la palabra o
con el vacío que dejo
detrás de ella?
En el lugar inasible
queda inscripto
el anti poema,
la anti idea.
Y sin embargo
creo haber sujetado
los conceptos.
Escribo desde la letra,
desde la roca vertical
de la cordura.
Y finalmente
este poema está
atrás,
en ese otro espacio,
en el hueco.


De "Desamparo de los Días". Ediciones Corregidor. 1998.

Enunciación.

Hablo de la fragilidad
de la rosa
y la nombro,
en todo su destierro
en el sonido absoluto
de la palabra rosa.
Hablo del poder del león
y lo nombro,
en toda su presencia
en el sonido absoluto
de la palabra león.
Y cuando me tengo que
nombrar
me falta el alfabeto
y los ojos que miran
hacia adentro.
Cuando me tengo que nombrar
quisiera que la rosa hablara.


De "Desamparo de los Días". Ediciones Corregidor. 1998.

04 abril, 2007

Descubro un alfabeto
nuevo.
Me bastaba uno
y la vida entera
no

alcanzaba.
Mañana será tarde
para esconder ese viejo
prendedor de sueños
en alhajeros ajenos.
Mejor esta panera que
acusa la verdad
cotidiana entre guardas y
mimbres.
Hoy puse un rosal
en medio de las rocas
y el mantel azul.
Le rogué a la ausencia
que faltara a su cita.

03 abril, 2007

Bosteros.


Se jugaba la Intercontinental. Por América, Boca. Por Europa, el Real Madrid. Lugar, Tokio.
Iba camino a mi jornada diaria, y me enfurecía pensar que, con el país en una cornisa,  un partido fuese más importante que todo el futuro.
Las calles estaban desiertas y los bares y confiterías estallaban de gente. De fútbol entiendo poco, soy de Independiente por afinidad con alguien de algún momento de mi temprana adolescencia. Vicente era “bosterito”.
Ya había doblado a la derecha en la Avenida Belgrano. Se jugaban los últimos minutos. Si el Real Madrid no hacía un gol, Boca ganaba por dos a uno. El gol del Real no llegaba. El asfalto parecía potenciar el silencio. De pronto se cumplió el tiempo, Boca se consagra Campeón Mundial. Entonces la calle estalla de bosteros, desde los autos, desde las bicicletas, desde los bares, desde... Se me hizo un nudo y se me dio por extrañar.
Es cierto, son una plaga, pero yo todavía no pude descolgar de la cocina el puto banderín que colgó, pese a mi protesta, ni pude sacar el imán que colocó de prepo en la heladera, y no es porque le haya levantado un santuario, todo lo contrario, pero a Boca no la pude erradicar de casa.
Así son estos bosteros de mierda, se te meten en el alma para no salir jamás de ella.

De (Decires "Breves ensayos Poéticos en prosa)". Ed. Corregidor. 2003
Era trigo azul
en una aldea sin nombre.

Viento.
Nadie respondió.
Aún el tiempo no había
comenzado.
La pena sale al cruce
de cualquier
luna,
habla cuando no
se la espera y
convierte

en Planetas
cualquier
charco.

Es de Seres pacíficos
dar esas memorables
batallas.
La luna cayó de su
sombra,
perdió su certeza de
balcones
y espejos,
descreyó de las esferas,
abandonó su
inocencia de mole,
de cemento.
Cae y calla
dolorida,
gozosa,
esperanzada.
Hoy la luna nos mira.
La mañana me ve
amanecer
y yo entiendo
su duda.
No sé qué pensar
de mí
después de haber
crecido al amparo
de tan dulce
infamia.
Cuentan los glosarios
la parte de lo dicho
que se esconde.
Por algo las palomas
eligen el ala y no
la tinta.
Un barrilete que no busca
su color oculto
y no interroga a la mariposa
que no fue.
Si el amor me tomara
de rehén
otra vez,
tantas,
no sé con qué
palabras le hablaría
hoy,
otra vez.

Carta de vos.

Buenos Aires, un día, siempre.


Esta carta que escribo para no escribirte. Para insistir en la imposibilidad de que ésta, otra, alguna carta exista y sea un medio capaz de abarcar algo de mi palabra, de vos, de mí, de algún pasado nuestro.
Sería infame pretender conocer tu dirección actual pero las cartas no están hechas para no ser mandadas; entonces, es infame y doloroso que desgrane palabras por este agujero infinito de tu invierno. Y sin embargo, lo pertinaz persiste, mientras otros papeles tuyos se desordenan en mi escritorio.
¿A dónde te envío mis señales absurdas de destino después de casi doce años? Absurda yo, en realidad. Irreverente de tiempo. Yo, que sigo sin entender del todo el agujero de tu invierno, que no sé de verdades reveladas, que quisiera cambiar la rotación de este planeta y descender la escalera del tiempo hasta vos, para encontrarme en tus enojos y tus amores de mí, por mí; en la que fui de vos, por vos y de mí.
¿Qué me explicaron de escaleras temporales y de inviernos, los días del amor? ¿ Con qué argumento me quedo hablándole a la vida de tu pelo castaño y tu mechón dorado? ¿Con qué memoria que me desconozco sostengo tanta memoria de vos, y te sigo hablando en el silencio, en la absurda esperanza de que estalle la cuarta dimensión en medio de nuestra cama de ayer, que ya es sólo mía? ¿Con qué locura extraña y sabia el amor encuentra sus espacios para persistir después de tanto invierno? ¿Cuál es la trampa de tu nombre que me dejó enredada en esas siete letras que sigo amando, en ese orden maravilloso que su cadencia indica? Y no hay otro, y yo me desconozco en tal obstinación, pero así es este laberinto de tu nombre de ayer, que sigue irrumpiendo en cada presente indefinido, infinito.
¿A dónde van las cartas sin destino cierto, a qué extraño buzón, en qué boca atemporal arrojo estas palabras de siempre y para siempre? ¿En dónde te cuento que la vida sigue, y es buena; que, como te prometí, yo estoy tejiendo y destejiendo los futuros que no tuviste? Vos, todavía, me debés algo de olvido, amado Vicente.

Tu Amor, siempre.
Allí,
donde la flor recoge
su color
y dice que el Mundo
se reduce a la mano
o a la sed,
alguien elige
saber.
A Paloma todo
se le vuelve
acto.

El vuelo de la esquina,
sus manos de
candado.

Paloma quedó con
su nombre atado
al eterno
movimiento,

quieta
en su velocidad,

apresada en su
acontecer.

Paloma se precipita.
Paloma no comprende.
Una amapola busca
su azúcar.
El balcón de
la sombra
del árbol
busca su morador.

Todos pretenden.
En la orilla
habita la primera

Palabra.
Del otro lado están
las trampas del
lenguaje.
Miente,
la paloma miente
con el descaro del
ala.
La mentira se cree
paloma
y la paloma cree que
no existe.
Cómo darle sombra
al tiempo,
a los huesos
queridos.

Cómo darle cobijo
a la intemperie.
He amanecido, oscuro dato,
bajo mi propia mirada
bajo mi propia miseria.
La tinta insiste,
dice que alguien me
escribió antes;
y yo,
que sé que mis yemas
palpan,
no le creo a este designio
que me reduce
a sesgo.
Palabras que habitan
fuegos
y un colibrí de panza
anaranjada
en la baranda.
Ese doble vértice
donde pendulan
la cosa
y la palabra.
Me despierto,
tengo un alfabeto húmedo
incrustado en la piel.

Soy el trazo que vuelve, no,
soy apenas el trazo.

07 marzo, 2007

Transcribiré el lenguaje,
ese lugar vacío
puesto en la lengua
para equivocar
al silencio.